Son muchos los nombres propios que competirán los próximos cinco días por las carreteras burgalesas, aunque el de Primoz Roglic destaca por encima de todos. El corredor esloveno es una de las figuras mundiales, uno de los ciclistas con más calidad del pelotón y que con el paso de los años se ha labrado un palmarés al alcance de muy pocos. En sus vitrinas figuran tres ediciones de la Vuelta a España, una del Giro o un oro olímpico contrarreloj por nombrar algunas de sus victorias más sonadas.
Lleva una temporada inmaculada y ha ganado todo lo que ha corrido. Se impuso en la Tirreno - Adriático y en la Volta a Catalunya en el mes de marzo y redondeó la primera mitad del curso con la maglia rosa definitiva en el Giro de Italia, que ganó en la última contrarreloj después de una dura pugna con Geraint Thomas. No ha corrido desde entonces y llega a Burgos con el objetivo de poner sus piernas a punto de cara a la Vuelta a España, su gran meta de esta segunda parte de 2023.
Es un ganador y seguro que en Burgos buscará ese triunfo que confirme que está en la senda adecuada para lograr su cuarta victoria en La Vuelta. El recorrido le va bien y llega acompañado de notables lugartenientes para hacer una buena crono por equipos. Es el nombre más sonoro y mediático de esta edición y el gran favorito.Es un candidato a todo en las tres últimas jornadas y a buen seguro se pruebe en alguna de ellas.
adam yates. El británico del UAE será uno de los más poderosos rivales del esloveno del Jumbo Visma. Viene de hacer tercero en el Tour de Francia, donde además le tocó trabajar en favor de Tadej Pogacar. Llegará a la prueba castellana con un ritmo de competición superior al resto, aunque no compite desde el 23 de julio. Pese a todo, ese golpe de pedal que deja una vuelta de tres semanas no se consigue entrenando.
Es un notable escalador que también tiene un buen final y al que la llegada de Pradoluengo en la cuarta etapa se le adapta a la perfección, aunque le ocurre lo mismo a Roglic. Esta campaña ha ganado el Tour de Romandía y la primera etapa del Tour de Francia en Bilbao, por lo que vistió el maillot amarillo.