Efectivamente. Ayer hizo calor. Mucho. Tanto como para que la jornada del miércoles, en lo que a la capital respecta, se haya colado dentro de las tres más calurosas que se han vivido en Burgos desde que la Agencia Estatal de Meteorología tiene registros. Y eso que la recopilación se inició hace más de ochenta veranos.
Los 38,4 grados que registró la base instalada en el aeropuerto de Villafría se quedaron a apenas 0,9 de la histórica marca del 18 julio del año pasado. Esos 39,3 grados siguen siendo una barrera inexpugnable, aunque no tanto los 38,8 que suponían el anterior récord de agosto de 2003.
A las 16:20 horas se vivió el momento más álgido de este episodio de calor extremo, el tercero en lo que llevamos de verano. La mínima se quedó en los 12,6 grados, la más alta en lo que llevamos de agosto. Pero los vecinos de la capital no fueron los que peor lo pasaron: la palma se la llevaron los habitantes de Medina de Pomar. A pesar de estar en el norte de la provincia, el mercurio se elevó allí hasta los 40,9 grados, la máxima de Castilla y León. El segundo lugar donde más apretaron los termómetros en la región fue Miranda con sus 39,7 grados. El observatorio de Palacios de la Sierra sí batió el récord que tenía de máxima, de 37,9, llegando ayer tarde a 39,2.
A nivel nacional, Andalucía copó los seis primeros puestos con La Roda (Sevilla) y Granada con 44,6 y 44,1 grados respectivamente. Otro mundo. Las mínimas, además, también se mantuvieron anormalmente altas: en Izaba (Navarra) bajaron 'solo' hasta lo 8,8 grados, mientras que en Sanabria (Zamora) lo hicieron hasta los 9,7.
Calima. Parte de la 'culpa' de esta ola de calor la tiene el episodio de polvo sahariano que afecta a la Península Ibérica. La Junta alertó ayer de la intrusión de partículas diminutas que aumentaron los niveles de contaminación del aire. En la capital se dejó notar, especialmente en la segunda parte del día, ya que una intensa capa de polvo se posó sobre Burgos. De cara ahoy, la calima irá poco a poco remitiendo, especialmente tras la mediodía. Por la tarde aparecerán nubes altas por el oeste y por el norte, mientras que de cara a la noche surgirá el famoso viento del norte que ayudará a reducir algo las temperaturas.De todos modos, la Aemet pronostica que el mercurio se moverá en la capital entre los 34 y los 15 grados; en Aranda lo hará entre los 35 y los 18 y en Miranda entre los 34 y los 17.
Mañana viernes, previa de -para algunos afortunados- un largo puente vacacional hasta el miércoles, las temperaturas subirán de forma ligera, aunque el episodio de calor irá remitiendo. En la jornada del sábado el termómetro caerá para seguir haciéndolo de cara al domingo, cuando la ola remitirá.