La misión Euclid de la Agencia Espacial Europea (ESA) comenzó este martes a difundir las primeras imágenes que han captado ya sus instrumentos, destinadas a observar miles de millones de galaxias y a crear el mayor y más preciso catálogo en 3D del universo.
La misión mostró desde el centro de la ESA en Darmstadt (Alemania), las primeras cinco imágenes de alta definición que, según sus responsables, muestran ya el potencial del instrumento, que ya está "listo para crear el mayor mapa del universo en tres dimensiones.
"Nunca antes un telescopio había sido capaz de crear imágenes astronómicas tan nítidas cubriendo una porción tan grande del cielo, y llegando tan lejos en el Universo distante", resumió la ESA en la presentación del primer grupo de imágenes.
La misión reveló una instantánea que "es una revolución para la astronomía", sobre el cúmulo de galaxias de Perseo. La imagen muestra mil galaxias pertenecientes al cúmulo Perseo, y más de 100.000 galaxias adicionales más lejos en segundo plano.
"Muchas de estas tenues galaxias eran previamente invisibles. Algunas de ellas están tan distantes que su luz ha tardado diez mil millones de años en alcanzarnos. Al cartografiar la distribución y las formas de estas galaxias, los cosmólogos podrán averiguar más sobre cómo la materia oscura dio forma al Universo que vemos hoy en día".
También se mostró otra imagen de la galaxia espiral IC 342, apodada como la "galaxia oculta", y Euclid ha descubierto "información crucial sobre las estrellas de esta galaxia, que es similar a nuestra vía Láctea".
La tercera imagen muestra la galaxia irregular NGC 6822, una "galaxia enana irregular" que se sitúa a 1,6 millones de años luz de la Tierra. Está en lo que se denomina "Universo temprano", donde la mayoría de las galaxias "no se parecen a la clásica y perfecta espiral, son irregulares y pequeñas".
Euclid mostró además el cúmulo globular NGC 6397, el segundo de su tipo más cercano a la Tierra. "Los cúmulos globulares son colecciones de cientos de miles de estrellas unidas por la gravedad. Actualmente ningún otro telescopio que no sea Euclid puede observar todo un cúmulo globular en una sola observación", destacó la ESA.
Por último, se mostró una imagen de la nebulosa "cabeza de Caballo", también conocida como Barnard 33 y que forma parte de la constelación Orión, donde los científicos esperan encontrar muchos planetas oscuros y previamente invisibles de masa similar a la de Júpiter en su infancia celeste, así como jóvenes enanas marrones y estrellas bebé.
Euclid es una misión espacial de la Agencia Espacial Europea con contribuciones de la estadounidense Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA). Es la segunda misión de clase M en el programa Cosmic Vision de la ESA.
La misión fue lanzada el pasado 1 de julio en un cohete Falcon 9 de SpaceX, desde Cabo Cañaveral, en Florida. Equipada con un telescopio y dos instrumentos científicos, Euclid observará durante seis años miles de millones de galaxias a una distancia de hasta 10.000 millones de años luz, en más de un tercio del cielo.
El objetivo es crear el mayor y más preciso catálogo en 3D del universo, con una "nitidez y sensibilidad sin precedentes", según la ESA que señala que el resultado será una vasta base de datos abierta a toda la comunidad científica.
Este mapa tridimensional del universo (siendo el tiempo la tercera dimensión) recopilará información sobre las formas, posiciones y distancias de las galaxias y servirá para avanzar en el conocimiento de la materia y la energía oscura, en cómo ha cambiado la expansión del universo o en la comprensión de la gravedad.
La materia normal es la que integra los planetas, las galaxias o las estrellas y representa un 5 %; el resto está en forma de energía oscura (alrededor del 70 % del cosmos) y materia oscura (25 %), componentes distintos que la cosmología aún trata de explicar.
La comunidad científica defiende que existe algo que de alguna forma crea cada vez más espacio entre las galaxias y esto es la energía oscura. Produciría la expansión acelerada del universo pero no se conoce ni su fuente, ni su física, ni cómo funciona.
Euclid, con un coste de 1.400 millones de euros (unos 1.529 millones de dólares al cambio actual) y que cuenta con la participación de empresas y centros de investigación españoles, está diseñada por tanto para ofrecer nuevos datos del lado desconocido y oscuro del universo.