La Policía Nacional alerta de un repunte de hurtos en Burgos mediante el método del 'abrazo cariñoso' después de recibir seis denuncias en Comisaría en lo que llevamos de junio por parte de personas de avanzada edad que han sido víctimas de este tipo de delito. En todos los casos denunciados, la autora es una mujer, que aborda a mayores fingiendo conocerlos.
Según informan fuentes policiales, la sospechosa se suele hacer pasar por trabajadora de una farmacia o de una residencia o una antigua vecina. Cualquier excusa es buena para saludar, acercarse y abrazar efusivamente a su víctima, mientras aprovecha para quitarle el colgante, reloj, anillo u otro efecto de valor que la víctima lleve puesta. A continuación, se marcha de forma apresurada, sin dar tiempo de reacción a la víctima, que poco después se da cuenta de la sustracción.
Este tipo de hurtos suele incrementarse en esta época del año, en la que se usan prendas de ropa más ligeras, que dejan al descubierto brazos y cuello; con ello, los relojes, joyas o cualquier otro objeto de valor que queda a la vista se convierten en el objetivo de este tipo de delincuentes.
Durante la época de la pandemia nos acostumbramos a guardar la distancia de seguridad, por lo que se les complicó esta modalidad delictiva, que ahora, con la relajación de esas medidas, vuelven a poner en práctica.
Por lo general, para llevar a cabo el hurto, actúa una persona en solitario, aunque con la cobertura de una segunda, quien espera en un vehículo para abandonar la zona rápidamente. Los autores habitualmente forman parte de un grupo en el que se intercambian los roles a la hora de actuar y se desplazan por distintos núcleos de población.