El Mirandés llega al final de la actual campaña con los deberes hechos y con el único objetivo de acabar la temporada de la mejor manera posible y con un buen sabor de boca, ya que ha sido un curso duro en algunas fases para los rojillos. El vestuario quiere mantener la tensión competitiva, aunque como pudo comprobar en Málaga el pasado sábado, es complicado igualar la motivación de los rivales que se están jugando realmente algo.

Es una situación que la escuadra que entrena Joseba Etxeberria va a vivir en los dos encuentros que le quedan por disputar. Sus dos últimos oponentes ligueros, Granada y Albacete, se están jugando alcanzar metas muy importantes, por lo que ambos choques serán complicados para los de Miranda.

El primero de esos compromisos le llegará el próximo sábado a partir de las 18,30 horas ante el Granada, en estos momentos líder de la clasificación y uno de los favoritos para conseguir el ascenso directo. Ganar en Anduva le dejaría con pie y medio en la Primera División, por lo que acudirá a la cita con el cuchillo entre los dientes. El conjunto andaluz es de los pocos que depende de sí mismo.

El conjunto burgalés se puede convertir en el juez del ascenso. Su intención es despedirse con un buen partido y una victoria delante de su afición. Confía en mostrar su mejor versión ante uno de los transatlánticos de la categoría. Juega en casa y, por norma general, el conjunto castellano siempre se ha mostrado más incisivo como local.

El del sábado será uno de esos partidos protagonistas de la jornada del que estarán atentos tantos los aficionados del Granada como el del resto de equipos que aspiran a conseguir el ascenso. Serán muchos los que desean que los rojillos pongan sobre césped todo su potencial futbolístico.

La competición la cerrará en Albacete. La escuadra de Rubén Albés es la revelación de la Liga SmartBank y tiene encarrilado acabar entre los seis primeros clasificados y como consecuencia luchar por el ascenso a Primera. La trascendencia del partido la marcará la próxima jornada en la que el Albacete juega contra la Ponferradina ya descendida.

Se puede dar el caso de que nada se juegue en el envite ante el Mirandés y que los rojillos sean un invitado de lujo a la fiesta que seguramente haya en el Carlos Belmonte para celebrar la clasificación de su equipo a los play off.

Por el momento, el equipo de Miranda está centrado en su próximo encuentro. Será especial porque supondrá la despedida de su afición en esta temporada y quiere prepararlo a la perfección para que nada falle. Es consciente de la trascendencia del choque para el visitante, pero prefiere centrarse en sí mismo. Posteriormente tendrá tiempo para pensar en el Albacete.