El Partido Popular de Miranda mejoró sus resultados en las elecciones municipales este domingo, pero sus apoyos no fueron suficientes para arrebatar la primera posición al PSOE, que perdió la mayoría absoluta aunque aún conserva nueve de los once asientos que tenía. Así, la única opción de los populares para lograr el bastón de mando, con siete concejales, pasaría por un pacto con IU-Podemos, que suma cuatro ediles. Sin embargo, esa posibilidad está descartada. El presidente provincial, Borja Suárez, explicaba tras la romería de San Juan del Monte que «es muy difícil que se reedite» un pacto como el alcanzado a principios de este siglo y reconocía que «buscar coaliciones complejas como esta hoy no cabe» en la ciudad del Ebro.
Suárez adelantaba que van a «hacer lo que nos han pedido las urnas». Desde su punto de vista, los votantes mirandeses han demostrado que «quieren que haya un gobierno del Partido Socialista en minoría» y el presidente provincial del PP cree que «IU-Podemos va a estar vigilante», mientras los populares se alzarán «claramente como la alternativa de gobierno en una ciudad hoy de izquierdas y que, tradicionalmente, ha sido de izquierdas». Con todo ello, insistía en que «no hay que buscar escenarios complejos sino simplemente interpretar lo que ha pasado y hacer la labor en la que nos han puesto los ciudadanos, que es en la oposición y con siete concejales».
Ahora bien, aunque el líder provincial descarta que su partido toque poder durante este mandato en la ciudad del norte de Burgos, opina que el resultado «marca el camino», porque «Miranda está diciendo muchas cosas y hay que saber interpretarlas». Para Suárez, el PP debe tener la capacidad de «establecer el proyecto que necesita» el municipio «sobre todo mirando al futuro», dado que, a su modo de ver, lo ocurrido este domingo «es el inicio de un cambio que va a llegar».
En cualquier caso, el presidente provincial del partido es consciente de que tienen que hacer un esfuerzo añadido, dado que «la participación ha sido baja y es un problema». Suárez comentaba que las elecciones «han coincidido con las fiestas» y, aunque «tampoco es una excusa», se alza como un elemento que deben estudiar para «saber interpretarlo». Por lo tanto, anunciaba que «ahora lo que queda es una expectativa de recuperar intención de voto, de que la gente participe más en Miranda» e insistía con ahínco en que han «recibido un mensaje que se interpreta en clave de cambio, que a buen seguro llegará en las próximas elecciones».