"Conducir es una actividad peligrosa y no hay que olvidarlo"

H. JIMÉNEZ
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Los responsables de Tráfico en Burgos admiten estar "muy preocupados" tras el incremento de accidentes mortales en las carreteras de la provincia ante una "relajación de las conductas"

El regreso de la Operación Paso del Estrecho hace prever altas intensidades de circulación durante este verano. - Foto: Luis López Araico

La sucesión de graves accidentes de tráfico tiene en vilo a los responsables de la seguridad vial. Cuatro muertos en las carreteras convirtieron el pasado fin de semana en el peor de la última década en la provincia de Burgos, y a estas alturas del año ya hay que lamentar siete fallecidos, dos más que hace un año por estas fechas.

Un matrimonio perdió la vida al chocar frontalmente contra un minibús a la altura de Viloria de Rioja. Un señor de 85 años se estrelló contra un árbol en Roa y otro varón, en este caso de 63 años, pereció en las cercanías de Miranda de Ebro tras salirse de la calzada. Desde enero hay que lamentar también las muertes de un motorista en la BU-550, otro en Soncillo y un transportista en la A-1.

El número de siniestros mortales "está creciendo exponencialmente en el conjunto de Castilla y León", explica el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, quien el martes pasado participó en una reunión de coordinación con todos los responsables de las distintas provincias de la Comunidad Autónoma. "Llevábamos un montón de años en cifras muy buenas, reduciéndolas algunos años drásticamente, y alguna vez teníamos que llegar al suelo y tener un rebote por un mero efecto estadístico", apunta, "pero además creemos que esto es un reflejo más de la situación en la que estamos en la sociedad".

A su juicio, se están juntando al mismo tiempo "el primer verano sin restricciones tras dos años, el buen tiempo, las ganas de hacer cosas… y desde Semana Santa, o incluso desde primeros de año, estamos viendo que aumenta muchísimo la movilidad. Esto no quiere decir que necesariamente aumente la siniestralidad, pero estamos viendo una relajación de las conductas".

Con estos último Galán advierte de que su intención no es echar "la culpa a los conductores de lo que pasa", pero subraya que "en el 90% de los accidentes el factor humano es el predominante y si relajamos las conductas seguras en la conducción las consecuencias son las que estamos viendo ahora". Incide el jefe de Tráfico en que "un vehículo es un arma de 1.500 kilos de peso, que a 100 kilómetros por hora tiene una energía cinética brutal y que es un arma peligrosa. Conducir es una actividad de riesgo y no podemos olvidarnos de eso".

Más controles de velocidad. Las distracciones son el gran caballo de batalla en la actualidad. "Hemos hecho una reforma normativa en marzo y es pronto para valorar si ha tenido incidencia en las conductas, pero estamos viendo que el uso del móvil sigue siendo generalizado". Las autoridades de tráfico anuncian que tomarán "todas las medidas que estén en nuestra mano, pero la primera debe ser la concienciación y pensar que la actividad de conducir un vehículo no se puede tomar a la ligera".

El viernes la DGT anunció la puesta en marcha de un refuerzo especial en los controles de velocidad y Raúl Galán recuerda que "las campañas ya están programadas pero vamos a intentar reforzarlo en la medida de lo posible con una mayor vigilancia. Esto implicará un incremento de las sanciones si tenemos este tipo de conductas. No queremos hacer eso, sino concienciar para adoptar conductas seguras".

El móvil, gran enemigo. Un verano en el que las expectativas turísticas son altas, y en el que ha vuelto la siempre compleja Operación Paso del Estrecho tras dos años suspendida, promete ser complicado en la movilidad. Las intensidades aumentarán notablemente respecto a los veranos pasados y por ello apunta el jefe provincial de Tráfico que "ya podemos poner nosotros todos los medios, trabajar más y mejor, que si los conductores no toman conciencia de que la actividad de circulación conlleva riesgos no vamos a obtener buenos resultados por mucho que nos esforcemos".

Frente a las distracciones, ese cajón de sastre en el que caben tantísimas explicaciones a un accidente, la autoridad muchas veces no puede actuar. Y tampoco es capaz de contener a la práctica de riesgo más frecuente: la manipulación indebida del teléfono móvil mientras se conduce: "Ahora mismo es el gran enemigo que tenemos en la seguridad vial, es una grandísima herramienta que bien utilizada puede ayudar mucho pero en marcha no se puede tocar y eso lo tenemos que tener claro, aunque no todo el mundo es consciente de eso", lamenta Raúl Galán. Tal y como advirtió en su día: mirar el móvil mata.