El fin de semana se ha saldado con cuatro fallecidos en las carreteras burgalesas, según el balance provisional de la Dirección General de Tráfico (DGT). El accidente más grave se produjo el viernes, cuando un matrimonio riojano murió y otras cuatro personas resultaron heridas al colisionar frontalmente un turismo y un minibús en la N-120 entre Burgos y Viloria de Rioja.

Las primeras investigaciones apuntaban a que fue el turismo en el que viajaban el varón de 75 años y la mujer de 73, vecinos de Logroño, el que invadió el carril contrario e impactó contra el vehículo en el que iban varios jóvenes de Palencia que estaban de despedida de soltero.

El mismo viernes por la mañana, un hombre de 85 años y vecino de Barcelona falleció tras sufrir una salida de vía y posterior colisión contra un árbol en el punto kilométrico 3,3 de la carretera BU-122, cerca de Roa de Duero. Tras el fuerte impacto, ocurrida pasadas las once de la mañana, el varón fue evacuado al Hospital Santos Reyes de Aranda, donde falleció poco antes de las seis de la tarde, según informó la Subdelegación del Gobierno.

Finalmente, este domingo hubo que lamentar una nueva víctima en las carreteras de la provincia, en este caso en la AP-1, a la altura de Miranda de Ebro, donde un varón de 65 años falleció al volcar la furgoneta de matrícula francesa en la que viajaba junto a una mujer de 61, que resultó herida leve y fue evacuada al Hospital Santiago Apóstol por precaución. EL accidente mortal tuvo lugar pasadas las dos de la tarde en el kilómetro 74 de la antigua autopista, en sentido Vitoria, en el carril de desaceleración de entrada a Miranda. 

Después de este trágico fin de semana, con cuatro fallecidos más, ya son siete con muertos en las carreteras burgalesas en lo que llevamos de año.