La honorabilidad del combate

R.E.C. / Burgos
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El I Torneo Internacional de Lucha Medieval acogerá a 40 luchadores de Francia, Inglaterra, Argentina y España. Burgos estará representada por 4 miembros del club Bohurt Castilla

Los enfrentamientos se llevarán a cabo a orillas del río Arlanzón con duelos amistosos de un minuto y medio de duración y con armas sin filo. - Foto: DB

Primero se dio a conocer el cartel Simbiosis, de Cristóbal Aguiló, que anuncia el festival histórico y cultural Burgos Cidiano, y hace tan sólo unos días parte de la programación que se llevará a cabo del 4 al 8 de octubre, donde se desveló la que sería la gran novedad de esta edición: el I Torneo Internacional de Lucha Medieval 'Las Justas del Cid'. Ahora se sabe un poco más en qué consistirá esta competición de combates en el que van a participar 40 luchadores, entre hombres y mujeres -6 concretamente-, llegados de todos los puntos de la geografía nacional, pero también de Inglaterra, Francia y Argentina, y que se enfrentarán, a orillas del río Arlanzón, a más de un centenar de duelos durante ese fin de semana.

«Burgos ha decidido crear el torneo de lucha medieval más importante a nivel nacional y casi europeo. Se va a realizar un campeonato a la altura de la dignidad que este deporte se merece», manifiesta José Rodríguez, organizador del torneo. 

Se trata de gente muy bien preparada física y mentalmente, en su mayoría jóvenes (el más novato tiene 19 años), y entre ellos estará Carlos Alonso, capitán y presidente del club deportivo Bohurt Castilla, asociación a la que pertenecen también los otros tres burgaleses concurrentes. La participación deportiva del club abordará todas las modalidades, excepto la de profight, donde Alonso incurrirá en la especialidad de 'espada y escudo' y 'espada y broquel'. «Aquí no hay nada coreografiado, es un ejercicio muy exigente aunque no está reconocido por los estamentos deportivos y tampoco tenemos mucha visibilidad, así que esta oportunidad la acogemos con los brazos abiertos», afirma mientras espera que no haya ningún lesionado y puedan lucirse en casa.

Serán enfrentamientos amistosos de un minuto y medio con armas sin filo donde el objetivo es conseguir más puntos por golpear al contrario. El que obtenga mayor puntuación al mejor de tres asaltos gana el combate. Las disciplinas serán 'espada y escudo'; 'espada y broquel', un escudo pequeño de unos 30 y 40 centímetros; 'mano y media', donde sólo se emplea una espada de metro y medio tanto para atacar como para defender y para la que es necesaria utilizar las dos manos para su manejo; 'arma de asta', las clásicas alabardas con hachas de hasta dos metros; y la última variedad es la que se conoce como profight, es la más llamativa pero también la menos histórica. Una especie de lucha libre con armas clásicas donde hay libertad en la herramienta que se escoge, no existiendo el equilibrio de fuerzas que sí hay en las otras modalidades. 

Es obligatorio que todas las piezas que forman la armadura tengan una base histórica y estén certificadas como originales. «No se permiten cosas de fantasía», puntualiza Rodríguez, que más allá de la belleza de estos armazones hay que tener en cuenta también que el traje puede llegar a pesar hasta 40 kilos.

La parte más emotiva de esta justa llega de la mano de un leonés que sin saber hasta dónde llegará en el torneo ha querido representar a un ucraniano al que se le invitó a participar, pero que finalmente no acudirá porque se encuentra luchando por su país en el frente de guerra. «No habrá un ucraniano, pero su representación y bandera estarán presentes en Burgos», confirma Rodríguez.