Viajar es un placer

ALMUDENA SANZ
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Cultural Cordón acerca otras realidades a través de una colección de fotografías de la Fundación Telefónica con relevantes firmas contemporáneas internacionales

Una visitante observa ‘Pietà’, de Marina Abramovic - Foto: Valdivielso

Mona Hatoum es una inconformista, una artista rebelde, que reflexiona mientras pisa fuerte por los barrios londinenses. Pese a formarse en la influyente Slade School of Art de Londres, se encaró contra el arte institucional y huyó del cómodo feminismo europeo para defender la causa de la mujer palestina, su nacionalidad, a través de la performance y su propio cuerpo. Realizó varias acciones en los 80. Una queda recogida en Roodworks, una fotografía que pide bajar la mirada para ser observada porque se sitúa al ras del suelo. Se ven los pies desnudos de la creadora y, encadenadas a sus tobillos, arrastra unas pesadas botas Doc Martens, como quien acarrea siglos de colonialismo, ataques a la inmigración, decisiones políticas que condicionan la vida diaria y el discurso artístico... 

Shirin Neshat, la fotógrafa y cineasta iraní con más proyección en la actualidad, abre una ventana a la situación de la mujer en el mundo islámico. En Whispers (Susurros) habla de la imposibilidad de la comunicación real entre el hombre y la mujer en esa sociedad, donde hasta la arrebatan la opción de la palabra, con una mujer representada como una escultura, rebosante de fuerza y dignidad, y un hombre en segundo plano que sí puede mirar a su compañera. 

Olafur Eliasson insta a respirar el aire puro de la naturaleza de Islandia (podían ser los paisajes de cualquier parte del mundo) en The horizon series, una instalación con 36 fotografías que transitan por tierras pedregosas, cielos nublados, campos verdes, montañas semiocultas por la neblina... 

Thomas Struth, primer artista vivo que expuso en El Prado, conduce hasta el Museo de Pérgamo de Berlín -de actualidad por haber sufrido un ataque vandálico junto a otros de la Isla de los Museos-. Detiene un instante en una de sus salas, donde está la entrada al mercado de Mileto, para reflexionar sobre el arte dentro del arte, sobre lo pequeño que se ve el público frente a tanto poderío y la coreografía que dibuja espontáneamente. 

Estos son solo cuatro posibles destinos, elegidos e iluminados por el director de Arte de la Fundación Caja de Burgos, Javier del Campo, de los hasta 35 con los que se topa quien se adentra en Cultural Cordón y emprende el viaje que propone Mirar hacia fuera. Fotografía internacional contemporánea en la Colección Telefónica, una exposición con 26 de los autores más relevantes desde finales del siglo XX a la actualidad. 

Se asoman nombres como los de Marina Abramovic, con dos imágenes de sendas performances suyas, Pietà y Lips of Thomas; Sam Taylor-Wood, Taylor-Johnson desde que se casó con el actor Aaron Johnson, conocida por ser la directora de la adaptación al cine de 50 sombras de Grey, se inspira en la composición de los retablos del Renacimiento, en una pintura de Henry Wallis, que recoge la muerte del joven poeta Thomas Chatterton, y en el mundo de los sueños en Soliloquy I; Thomas Ruff, uno de los artistas más cotizados; los alemanes Bernd y Hilla Becher, padrinos de la Escuela de Dusseldorf, quienes marcan su camino e «introducen los valores conceptuales y reivindican la fotografía industrial como una obra tan válida como otra»...

Este viaje a otras culturas, realidades y preocupaciones abraza, en palabras de Del Campo, a la fotografía «que se erige como una de las protagonistas fundamentales del arte de la contemporaneidad, que reflexiona sobre sí misma y su validez como supuesta garante de la verdad», buena compañera en estos días de cierre perimetral y cotidianidad asfixiante.