La conexión con Vitoria no llegará hasta la próxima década

L.M.
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Tan solo la redacción de los proyectos de construcción, cuya contratación se acaba de autorizar, llevarán un mínimo de 32 y un máximo de 36 meses. Posteriormente habrá que licitar las obras del AVE y ejecutarlas

El trazado discurrirá hasta Pancorbo por el extremo oeste de La Bureba, alejado de la actual línea Madrid-Hendaya. - Foto: Valdivielso

Dos días antes de que el AVE llegara -por fin este jueves- a Burgos, el Consejo de Ministros aprobó sacar a concurso la redacción de los proyectos de construcción del tramo de alta velocidad hasta Vitoria. Tras un sinfín de contratiempos y trámites administrativos, el Ministerio de Transportes ya tiene la autorización gubernamental para contratar cinco lotes que den cuenta, al máximo detalle, de cómo proceder para ejecutar la plataforma de alta velocidad.

No obstante, para que la LAV Burgos-Vitoria sea realidad y pueda acoger viajeros habrá que esperar, al menos, hasta la próxima década. Los tiempos que comprende la construcción de una infraestructura de tal calibre son enormes, máxime cuando tan solo la redacción de los proyectos se dispara hasta los 27,4 millones de euros.

La previsión de coste de ejecución alcanzará, según las primeras estimaciones, los 1.249 millones, aunque habrá que esperar a tener los planos para ser más precisos. Primeramente habrá que adjudicar los cinco lotes en los que se ha dividido la redacción de los proyectos. Este proceso se dilatará a buen seguro en el tiempo dado el enorme interés que despertará entre las firmas redactoras visto el presupuesto base de licitación de cada subtramo. El primero, el que unirá la Variante Ferroviaria de Burgos y Piérnigas, está valorado en 4,5 millones de euros; el segundo, desde este último enclave hasta Pancorbo costará otros 4,5. El que unirá hasta Ameyugo, en el límite con Álava, caerá a 3,2 millones, mientras que el de la frontera con el País Vasco (Ameyugo-Manzano) se disparará a 5,9 millones. El último, que conectará Manzanos con Iruña de Oca -en las afueras de Vitoria-, se quedará en 4,4. El más costoso incluirá el baipás de 11,2 kilómetros hasta Miranda de Ebro, una reivindicación histórica de la ciudad y que permitirá tanto que los convoyes puedan hacer parada en la localidad como que otros circulen por las afueras sin tener que efectuar parada.

Cada módulo, no obstante, tendrá un plazo para ser entregado por parte de los equipos redactores que logren hacerse con uno de ellos en el proceso de licitación. Los dos primeros requerirán 34 meses, el tercero y el último 32 y el que incluye el desvío hasta Miranda 36. Con esta premisa, y contando que habrá que esperar 3 años -una vez se adjudiquen- no será al menos hasta 2026 cuando sean entregados al Ministerio de Transportes. Entonces llegará el turno del Ejecutivo, que tendrá que reservar la partida económica en los Presupuestos Generales del Estado para iniciar las obras. El plazo para su ejecución lo estimará cada ingeniería a la hora de redactar los subtramos, aunque a buen seguro que será de varios años -siempre y cuando se quieran construir a la vez y no por fases- (...).

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