Las imágenes que acompañan a estas líneas no corresponden al Polo Norte, tampoco a Siberia, y el arquitecto de esta cabaña efímera no es un esquimal. El iglú que emerge en el alto de La Loma, en la localidad burgalesa de Pinilla de los Barruecos, es obra de Joseba del Valle, que tardó cerca de dos horas en levantar este pequeño refugio donde protegerse del invernal frío burgalés.

Este ejemplo de arquitectura popular serrana inspirada en el Ártico no es el único que Joseba del Valle diseña en la sierra burgalesa. Junto a su primo Zigor levantó otro en la zona de las Lagunas de Neila, en cuyo interior, asegura, había entre 1 y 2 grados. 

Le ha cogido gusto al asunto y ya piensa en donde ubicar nuevos iglús por la zona de la Demanda y Pinares, donde el frío se recrudece en estos meses.