La plantilla de Montefibre firma el acuerdo de extinción total de sus contratos. Si todo va según las previsiones, la reunión mantenida ayer debería ser la última que se celebre. Con este paso, se deja la responsabilidad en manos del administrador concursal, quien llevará el texto ante el juez y al departamento público de Trabajo. En principio, comienza ahora la cuenta atrás para que los empleados dejen de «trabajar gratis». Esta situación podría alargarse hasta tres semanas, aunque los trabajadores esperan que concluya antes.

El acuerdo de la plantilla contempla las condiciones básicas que marca la legislación para los casos de extinción de actividad laboral en los que ha intervenido un administrador concursal. Por ende, percibirán veinte días de salario por cada año que acumulen como trabajadores de la empresa. Su intención es que el juez reconozca la deuda que Montefibre mantiene con todos los empleados, es decir, con aquellos que se encuentran en activo y también con los que tienen su contrato suspendido.

El mayor inconveniente en este sentido llega porque Montefibre, aún propiedad del grupo inversor Praedium, no tenía nada de capital cuando fue intervenida. De este modo, los trabajadores acudirán al Fondo de Garantía Social en el momento en el que el juez concursal reconozca las cuantías que la entidad les debe (...).

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