El proceso de selección del puesto de director técnico de Aguas de Burgos, el número 2 de la Sociedad, ya tiene ganador. Tras dos intentos fallidos y envueltos en sonadas polémicas, la empresa municipal parece dejar atrás los problemas del pasado en políticas de personal y tiene ya el nombre de la persona que (salvo renuncia) ocupará una de las vacantes más codiciadas de Aguas. La elegida es la ingeniera de Canales y Puertos, Mirian Fernández Lara, quien atesora en su currículum más de 16 años de experiencia en la cúpula técnica del Canal de Isabel II. De hecho, en la actualidad es la jefa del Área de Proyectos de Abastecimiento de la empresa pública que acomete la gestión del ciclo integral del agua en casi la totalidad de la Comunidad de Madrid (incluida la capital).

El nombramiento se hará oficial en el mes de julio pero seguramente no será hasta septiembre cuando se produzca su incorporación en Aguas. Fernández Lara se impuso con claridad al resto de aspirantes tanto en el examen teórico como en la prueba práctica y la ventaja acumulada en la fase de oposición no pudo ser remontada por sus rivales en la de concurso.

La futura directora técnica de Aguas también era una de las aspirantes a ocupar el puesto de gerente de Aguas, cuyo proceso de selección está también en fase de evaluación, pero presentó una renuncia expresa a esta vacante.

Cabe recordar que es la tercera ocasión en la que se intenta cubrir esta deseada plaza. El primer proceso, lanzado a finales de 2020, se tuvo que paralizar al haberse extendido la sombra de la duda sobre la limpieza del mismo. Entonces, el entorno de la antigua gerencia había planeado sacar esa plaza que estaba ocupada por el que era el número 2 de la empresa municipal. Era sobradamente conocido el enfrentamiento entre ambos desde hace años. Al Consejo de Administración no le gustó lo que vio (aunque decidió relegar al director técnico) y optó iniciar un nuevo proceso.

La segunda intentona sí se llegó a ejecutar pero la polémica no fue precisamente menor. El director técnico que había sido relegado fue el único aspirante en superar la primera de las pruebas (el resto de candidatos suspendió estrepitosamente) y el asesor jurídico del Ayuntamiento decidió abandonar el Tribunal de Valoración. El técnico de Ingeniería Industrial del Ayuntamiento al que se le encargó que elaborara las preguntas renunció también y aseguró en un informe que él no validaba el resultado de la prueba.

Parece que el refranero se cumple y a la tercera va la vencida.