«No hay que tener miedo a Catar, pero sí respetar sus leyes»

G. ARCE
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El burgalés Óscar Vilda dirige la multinacional catarí Ooredoo y es responsable de la implantación del 5G en el país anfitrión del Mundial que arranca este domingo

Óscar Vilda -tercero por la izquierda- en uno de los ocho estadios de fútbol que se han construido en los últimos diez años para el Mundial.

El burgalés Óscar Vilda vivirá este Mundial con mucha «emoción». «Me apetece ver el país lleno de visitantes occidentales, conocer sus sensaciones sobre lo que verán aquí. Animaré con mis hijos a la Selección Española, como espero que lo hagan los 1.900 españoles que vivimos aquí».

Catar ha organizado en los últimos años finales del Mundial de Clubes o mundiales de Fórmula Uno, de Moto GP, de Pádel, Máster de Tenis..., «pero no tiene la experiencia de manejar grandes eventos como sí tienen Inglaterra, Italia, Alemania o España». Más de 100.000 voluntarios se van a movilizar estos días. «Los cataríes siguen todas las normas porque el castigo por su incumplimiento es más grave aquí, pero el control de los visitantes será más difícil... Habrá que ver».

Respecto a las críticas que está desatando este Mundial, Vilda asegura que Catar vive una «apertura» importante en los últimos diez años, «pero manteniendo el equilibrio entre Dubai, totalmente occidentalizado, y el conservadurismo de Arabia Saudí, aunque también se está transformando». «Las mujeres no tienen los mismos derechos que los hombres, nunca se juntan en público. La homosexualidad está mal vista, pero lo mismo que un matrimonio se bese en plena calle. Insisto, Catar se ha abierto al mundo».

«No hay que tener miedo al país, pero sí respetar sus leyes y, entre otras precauciones, no dar muestras de afecto en público, hay gente que no lo va a entender. Aquí se vive un choque cultural entre los jóvenes -que estudian en Londres y Estados Unidos- y los mayores dentro de las propias familias. Incluso hay nietos que no se hablan con sus abuelos», advierte el burgalés Óscar Vilda.