Pinturas por la igualdad

S.F.L. / Revillalcón
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StARTer Proyectos Culturales activa en la comarca burebana sus obras como detonantes para ensalzar la figura de las mujeres

Revillalcón ha inaugurado su primer, que no último, mural. - Foto: Luis López Araico

La Bureba vuelve a vestirse de colores. Y no solo porque después del largo invierno la naturaleza revive, las flores brotan y los animales salen de sus escondrijos. Las propuestas artísticas de StARTer Proyectos Culturales también tienen que ver. Con la de Revillalcón ya van cuatro en la zona y la buena racha continuará. Cada uno de los proyectos nace con un claro enfoque de igualdad de género y un homenaje a la labor de las mujeres. 

Una ruta de intervenciones artísticas  invita a reflexionar también a lo largo de Reinoso, Salinillas y Poza de la Sal sobre el feminismo y la importancia de la educación no sexista. Este sendero de espacios reservados a la igualdad atraviesa las fronteras de la comarca y llega hasta Quintanadueñas, Páramo del Arroyo, Marmellar de Arriba, Villarmero, Arroyal y Belorado. 

El debate sobre la división sexual del trabajo y las relaciones de producción induce a que el ser humano se pregunte «quién hace qué y cómo se reconoce y valora socialmente esa labor», declara Estela Rojo, una de las impulsoras de los trabajos. Arte con mensaje. O eso es lo que, a priori, se propone. 

De camino al Santuario de Santa Casilda una curva frena la mirada a un muro protagonizado por una fémina  que sale de una cueva acompañada de un halcón hacia un destino desconocido por el espectador. En esta ocasión, la figura deja un mensaje: «prefiero ser libre que valiente». Este remite a ese «derecho universal que en el caso de las mujeres no siempre se respeta», añade la artista.

A menos de tres kilómetros de distancia, la misma carretera deriva al conductor hasta Salinillas, lugar donde ya el año pasado se llevó a cabo una intervención en el recién rehabilitado lavadero. Allí, a través de una reinterpretación contemporánea de la Santa más popular en tierras burebanas, el visitante «meditará sobre la relación de lo femenino con el cuidado del el entorno natural y sus límites». La vinculación de la 'activista medio ambiental' con la tradición queda representado en dos paredes. 

Para alcanzar la tercera parada hay que trasladarse hasta Reinoso, que cuenta con dos obras. En la primera, los artífices se enfocaron en homenajear al mundo de la arqueología aprovechando las excavaciones en el dólmen El pendón, y propusieron un recorrido visual que resalta la historia de la localidad. En la segunda, Eloise Gillow pintó a dos mujeres de diferentes generaciones trabajando el jardín.

La última estación del recorrido burebano recala en la villa salinera. Dos murales, uno en la Casa de Asociaciones, en el que representaron a una salinera, y otro en el lavadero, donde una adolescente juega con el agua pensativa construyendo con palabras pensamientos de un «futuro igualitario».