Leyenda rojilla

R.M.
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Pablo Infante fue uno de los nombres propios en aquel Mirandés que logró el primer ascenso a Segunda y disputó una semifinal de Copa del Rey, pese a jugar entonces en Segunda B. Asegura que los derbis contra el Burgos CF no eran un partido más

Pablo Infante sale a hombros de Anduva tras clasificar al Mirandés para las semifinales de la Copa del Rey. - Foto: Alberto Rodrigo

Pablo Infante recuerda con especial cariño los duelos con el Burgos CF. Los vivió en Segunda B, en Tercera y hasta en Copa Federación. El atacante burgalés es una leyenda en el Mirandés y uno de los futbolistas que puso las bases para que la entidad rojilla diera un salto de calidad y se colara en el fútbol profesional en el que aún se mantiene. 

Asegura que esos duelos provinciales siempre tenían «un componente y una motivación especial». «Están rodeados en un contexto que sobresale a una jornada de liga normal y para un futbolista es muy bonito disputar este tipo de partidos. Además, cuando la afición acompaña, el campo está lleno y ves tanto colorido el partido es muy bonito de jugar», explica.

Burgalés de nacimiento, su carrera despegó en Miranda y como rojillo asaltó El Plantío en la temporada 11-12. Marcó los dos goles de su equipo, que se impuso a un Burgos moribundo por 1-2. Aquella campaña logró el ascenso en Palma de Mallorca, jugó unas semifinales de Copa contra el Athletic de Bielsa y fue el máximo goleador del torneo del KO.

Rivalidad sana. Uno de los aspectos que destaca Pablo Infante es que entre ambas aficiones existe rivalidad, pero es «sana». «No va más allá de lo deportivo y nunca ha habido incidentes. Creo que es para estar contentos que los seguidores de ambos equipos puedan convivir. El fútbol tiene que ser disfrutar. Si se sale de ahí nos estamos equivocando. Cada uno debe defender o animar a los suyos. Espero que se pueda disfrutar muchos años más de estos partidos en categorías profesionales», expone.

Celebra que ahora los derbis «se jueguen en Segunda División» y le reconoce que le da una envidia sana. Destaca el «buen hacer» de ambas entidades y asegura que el trabajo ha sido el que ha permitido que una ciudad de 40.000 habitantes como Miranda puede tener un equipo en la Liga SmartBank.

«Es un privilegio y un orgullo para todos los que hemos vestido esta camiseta. Es increíble que el Mirandés compita junto a equipos que tienen mucha más población y mucho más presupuesto como el Real Zaragoza o el Málaga, por poner dos ejemplos», sostiene.

No verá el derbi en directo, aunque sí estuvo en El Plantío en el choque de la primera vuelta. Estará pendiente del resultado y señala que sigue a ambos equipos «por televisión».

No tiene un favorito claro, ya que asegura que «en los derbis da igual en la dinámica que vaya cada equipo, puede ganar cualquiera». Pese a todo, advierte de que «Anduva es Anduva, allí la gente aprieta mucho y no es un campo sencillo».

«No sé lo que va a pasar, pero creo que va a ser un partido bonito para el espectador. El momento en el que esté cada equipo da igual porque el derbi tiene algo especial que hace obviar todo lo demás», concluye.