La investigación policial sobre los actos vandálicos cometidos la semana pasada en la ermita de la Virgen de las Viñas, patrona de Aranda de Duero, deja avances de calado. Tanto es así que ya se ha identificado a su presunto autor, un varón de 48 años con antecedentes por amenazas, acoso contra la libertad y daños. 

A raíz de la denuncia que el presidente de la Cofradía de la Virgen de las Viñas presentó en la Comisaría de la Policía Nacional en Aranda, debido a las pintadas de gran tamaño que aparecieron en la fachada norte del templo y en las que se vinculaba a alguien de la comarca con el tráfico de drogas, se abrió una investigación. Los agentes detectaron desavenencias motivadas por los celos entre el presunto autor de las pintadas, el aludido en estos grafitis y su actual pareja. 

De hecho, la pareja del aludido acudió el día 19 a la Guardia Civil para denunciar amenazas por parte del supuesto autor de los actos vandálicos, tanto por teléfono como verbalmente en la puerta de su casa. Esta persona habría llamado delincuente a su pareja, le relacionó con la venta de drogas y les amenazó a ambos con daños.

Al parecer, la mujer indicó que tenía conocimiento de que este individuo era el artífice de esos hechos en la ermita de la patrona de Aranda porque cuando le enseñó la fotografía, que se había publicado en varios medios de comunicación, este «reconoció la autoría, añadiendo que si se atrevía a denunciar le iba a arruinar la vida», según indican fuentes policiales. 

En consecuencia, los investigadores llamaron a declarar en comisaría a los implicados. Entendiendo que había pruebas suficientes, procedieron a presentar en el juzgado de guardia e instrucción al citado varón de 48 años de edad como presunto autor de las pintadas realizadas en la ermita de la Virgen de las Viñas.