La Consejería de Sanidad ha hecho 3.969 pruebas diagnósticas de infección por coronavirus en la provincia desde el comienzo de la pandemia, lo cual significa que en el mejor de los casos se ha buscado al SARS-CoV-2 en poco más del 1,1% de la población residente en Burgos (355.420 personas, según datos oficiales del INE con fecha de julio de 2019). Saber cuántas personas se han contagiado es fundamental al comienzo, para aislarlas cuanto antes y evitar nuevos contagios -esa ha sido la estrategia de Corea del Sur y de Alemania- pero también ahora, en una fase de ralentización y previsible descenso, para estimar cuántas tienen algo de inmunidad y poder decidir cuándo y cómo se sale del confinamiento.
La escasez de pruebas diagnósticas (tanto PCR como rápidas) ha sido un problema generalizado en toda España, que al principio dificultó la contención de los contagios incluso entre colectivos de riesgo como los sanitarios. En Burgos, como se explica en la información adjunta a este texto, algo más de la décima parte de las pruebas efectuadas (491) han sido en este colectivo y el 30% dio resultado positivo, lo cual no solo supone un riesgo de contagio en cadena en un sector muy sensible por sus propias características, sino que obliga a aislar a un personal esencial en el control de la infección y de la enfermedad que provoca en las vías respiratorias (oficialmente denominada COVID-19).
Esa falta de material diagnóstico es también la razón de que, al menos en Castilla y León, haya semejante desfase entre personas con infección por la cepa de coronavirus SARS-CoV-2 confirmada y personas registradas como enfermas en el programa informático Medora. En Burgos, por ejemplo, había ayer 5.196 enfermos inscritos como tal (desde moderados hasta críticos), de los cuales solo 1.003 han corroborado mediante prueba PCR(la muestra biológica se procesa en laboratorio)que sus síntomas son resultado de la infección. En el resto, más del 80%, es una sospecha clínica.
Sin embargo, la sospecha de enfermedad no es base suficiente para avanzar hacia el siguiente escenario: la vuelta a la normalidad en convivencia con el coronavirus. Para eso, es necesario saber cuántas personas han adquirido algo de inmunidad frente a esta cepa. Y si se puede saber si esa protección es parcial o completa, mejor.
(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)