La fiebre de la escalada desatada desde hace unos años está calando -y mucho- dentro de la comunidad burgalesa. Pese a ser una práctica deportiva minoritaria, cada vez son más los ciudadanos que se inician en este mundo.

Actualmente apenas existe oferta en Burgos para desarrollar esta disciplina, aunque todo va a cambiar en los próximos meses. Villalonquéjar IV acogerá dos complejos que abrirán sus puertas próximamente, lo que multiplicará las posibilidades y a buen seguro disparará el número de usuarios de la escalada.

Uno de esos rocódromos lo está construyendo la empresa burgalesa Campo Base entre Mecanizados Dosal y Desmasa, en la calle Condado de Treviño, en el polígono de Villalonquéjar. La inversión que han puesto sobre la mesa se aproxima a los 3 millones de euros y conllevará la creación de cerca de tres decenas de puestos de trabajo. Las instalaciones contarán con una altura de 18 metros y se podrá practicar tanto en la parte interior como en la exterior. «Queremos trasladar el mundo de la montaña a los burgaleses a través de la escalada, que es un deporte que está muy de moda pero también un estilo de vida», resumen Álvar Hernando, gerente de Campo Base. La prioridad que tendrán dentro del complejo, que esperan inaugurar tras el verano, es inculcar ese amor por la montaña y el alpinismo a través del deporte.

(Más información, en la edición impresa de este martes de Diario de Burgos)