GSK suministrará un fármaco contra el cáncer de ovario en 2024

L.N. / Aranda de Duero
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Los trabajadores de la multinacional farmacéutica en Aranda de Duero llevan desde finales de 2021 volcados en este proyecto. La inversión destinada a adquirir equipos punteros para la planta supera los 10 millones de euros

Varios miembros del equipo que están trabajando en la producción del tratamiento. - Foto: DB

La planta de GSK en Aranda de Duero tiene por delante «un horizonte muy emocionante con grandes retos». Así lo asegura su director de Recursos Humanos e Innovación, José Luis Parriego. Entre esos desafíos figura uno de especial magnitud: el desarrollo del proceso de fabricación de un fármaco para el tratamiento del cáncer de ovario, una enfermedad por la que están diagnosticadas cada año más de 300.000 mujeres y que representa la octava causa de muerte por cáncer entre las mujeres.

Los trabajadores de la multinacional farmacéutica en la capital ribereña llevan desde finales de 2021 volcados en este proyecto. Claudia Mata, técnico de producción en GSK Aranda, lo define como «un innovador medicamento que une ciencia, la última tecnología y el mejor talento de GSK Aranda para mejorar la supervivencia y calidad de vida de miles de mujeres en todo el mundo». Según detalla, actualmente están centrados en diseñar y optimizar «al máximo la calidad de la producción en todas las etapas del proceso». Su objetivo pasa por estar listos para suministrar este fármaco a partir de 2024. En este sentido, Mata explica que el hecho de fabricar, empaquetar y suministrar a los mercados un medicamento como este requiere una preparación «exhaustiva» en dos áreas muy concretas. Por una parte, en los equipos productivos. Aquí toca definir el espacio, analizar y evaluar opciones, testar las propuestas y finalmente realizar la obra civil con la nueva línea de fabricación. Y, por otra, la formación del personal en los nuevos procesos y los nuevos equipos, «reforzando la importancia de la mejora continua y el trabajo en equipo como herramientas críticas para el éxito del proyecto», indica.

Asimismo, el hecho de que se haya elegido a la planta arandina para producir este innovador medicamento para el tratamiento del cáncer de ovario implica la compra de nuevos equipos. Tal como avanza Claudia Mata, la inversión supera los 10 millones de euros y va destinada a la adquisición «de equipos punteros de última tecnología, entre la que destaca la compresora de alta contención y sistema WIP(autolavado), una de las tecnologías más sofisticadas de Europa». En esta línea, subraya que está diseñada para realizar una de las etapas críticas en la fabricación del comprimido y que ofrece «la máxima seguridad, protegiendo al entorno y evitando el contacto directo con el producto durante el proceso».

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