Tres derrotas en 30 partidos, 65 puntos, segundo mejor equipo como local y menos goleado, 63 tantos a favor y 21 encajados. Los números hablan por sí solos. Una memorable temporada para las porteras Leticia, Elisa y Cristina; para las defensas Mery, Ayuso, Oriana, Cristina, Jimmy, Rebeca, Marta, Lara y Alba; para las centrocampistas Sandra, Nerea, Natalia, Celia, Laura Ubierna y Alejandra, y para las delanteras Cata, Laura Barbero, Jyoeldry, Claudia y Paloma, pero sobre todo imborrable para el técnico Moisés Ichaso, que finaliza su particular periplo como técnico del primer equipo (tres cursos) y como coordinador de la sección femenina a la que llegó en 2019 como Nuestra Señora de Belén y que en la presente temporada echó a andar como Burgos CF tras su fusión y conformada por 13 escuadras íntegramente femeninas.
Una campaña reñida, donde la clasificación fue un pañuelo y en cada jornada se fue apretando. La escuadra blanquinegra se ganó la etiqueta de 'peligrosa' por abrirse camino y amenazar el reinado de los conjuntos vascos que por norma general ostentaban la Real Sociedad B y el Eibar. «Ha sido una temporada buenísima. Solo hemos perdido tres partidos, dos contra la Real Sociedad B, que era claramente el mejor equipo», subrayaba Ichaso, que además se congratulaba de que solo una derrota en toda la campaña se hubiera vivido en Castañares, un gran fortín, tratándose de estrenarla como casa. La regularidad hace complicado diferenciar la primera vuelta de la segunda. «No puedo estar más orgulloso de lo que hemos hecho».
Jimmy, Celia y Natalia volvieron a pisar el césped totalmente recuperadas de sus largas lesiones de rodilla. Luego fue Jyoeldry, otro de los pilares, quien tuvo que retirarse durante meses, pero también regresó a la rutina. Ahora Ichaso desea toda la suerte a Laura Ubierna, operada con éxito recientemente.
Ichaso sigue recibiendo muestras de cariño desde todas las piezas del entramado blanquinegro, familiares, jugadoras, técnicos, delegados, ayudantes... «espero que le vaya bien a todo el mundo. Agradezco mucho a Carolina, Sara y Pepe que contaran conmigo para este proyecto. Me quedo con el día a día vivido. He disfrutado mucho», concluye este entrenador que lleva 23 años seguidos ejerciendo y ahora toca «parar y pensar qué hacer».