Los pueblos burgaleses que atraviesa el Camino de Santiago viven en la actualidad un momento muy positivo. Los peregrinos han cogido ritmo y están llegando a la provincia con mucha fuerza después de una floja época estival por culpa de las olas de calor. Calles cargadas de ambiente, parajes por donde no dejan de pasar romeros y albergues con una alta ocupación se convierten en la nota dominante de estos días. Septiembre se suele alzar como un buen mes para la ruta jacobea y en esta ocasión también se está demostrando, lo que permite que los negocios puedan trabajar al máximo cuando ya no quedan tantos veraneantes como en los meses de julio y agosto.

Luis González dio el paso en marzo y cogió el Hostal Fuentestrella, en Hontanas, con el fin de gestionarlo junto a su mujer y su hija. Reconoce que han tenido «altibajos» durante esta temporada en cuanto a ocupación se refiere y, aunque hace un balance positivo, expone que en verano no han tenido demasiados peregrinos. «Hay que darse cuenta que desde Burgos hasta Frómista son parajes, dicen que tienen pocos sitios para refugiarse, por lo que cuando hace 40 grados se cogen el autobús de Burgos a León», desarrolla este vecino de Castrojeriz. Ahora se ha reactivado el Camino y han detectado gran cantidad de australianos, canadienses y norteamericanos, mientras que en julio y agosto predominaron los españoles.

(Más información en la edición impresa de Diario de Burgos o aquí)