Reflexiones al volante de un joven con vocación rural

I.P. / Burgos
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Compartimos el trayecto entre Obramat y la sede de la Junta con Nicolás López, el único agricultor joven de Villariezo. Con 23 años, la crisis actual no le impide ser optimista y no se ve en otro sitio que cultivando las tierras de sus antepasados

Nicolás, en su tractor al llegar a la Glorieta de Bilbao, junto al edificio de la Junta de Castilla y León, donde la caravana permaneció durante una hora. - Foto: Valdivielso

Antes de montarnos en su Fendt, el tractor con el que ayer se desplazó hasta Burgos desde Villariezo, Nicolás comparte almuerzo con un grupo de amigos junto a las instalaciones de Obramat, desde donde partía la tercera tractorada de los agricultores burgaleses. 

Dan cuenta de un buen chorizo él, Jorge, Iván, Jesús y Raúl. Con el último bocado, empiezan a sonar los cláxones. Son las 10 de la mañana, la hora de arrancar motores. Nicolás despliega el asiento del acompañante, 'copilota', en ese caso e iniciamos el «paseo» hasta la primera parada prevista, la glorieta de Bilbao. Calcula una hora a marcha lenta y no se equivoca.         

Tenemos tiempo suficiente para hablar, reflexionar sobre el campo, sobre la situación actual y la efectividad o no de las tractoradas. Nicolás, 23 años, el único agricultor joven de Villariezo -los demás están por encima de los 50- tiene claro que «poco se va a conseguir» con lo que llama «paseo» por la ciudad; cree que hay que ser más contundente y llevar a cabo acciones de más calado, como hacen los agricultores franceses o alemanes.

Como él piensan sus amigos, esos con los que ha compartido el chorizo, que son agricultores de pueblos del entorno, Cayuela, Villamiel, Presencio, Venta de Saldaña... y confirma que ellos han estado en los cortes de carreteras de las semanas pasadas y que él se ha llevado hasta una multa. «Si conseguimos algo será por los que están liándolo bien, porque si es por nosotros, como siempre cagados en todo», deja claro.  

Es afiliado a la Uccl, pero igual podía serlo a cualquier otro de los sindicatos, a los que recrimina su falta de contundencia en las reivindicaciones y movilizaciones; «son meros gestores», añade, por eso, apoya el movimiento de los agricultores llamados independientes y cree que si las organizaciones agrarias no estuvieran subvencionadas «igual hacían algo más por defender el sector».

En todo caso, defiende que ahora hay que estar en las calles porque el momento que atraviesa el sector es crítico y hay que transmitir a la sociedad la importancia que tiene; no las tiene todas consigo que todos los ciudadanos lo entiendan, «igual si un día se encuentran con que no hay productos en el supermercado, sean más conscientes», añade, aunque en general agradece el apoyo que han recibido en las tractoradas (...).

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