«En La Vuelta he visto que se puede pelear con los mejores»

ROBERTO MENA / Burgos
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ENTREVISTA | El ciclista del Burgos BH Pelayo Sánchez ha sido una de las grandes sensaciones de la última edición de la Vuelta a España

Pelayo Sánchez, ciclista del Burgos BH. - Foto: SprintCycling

Este asturiano de 23 años ha sido una de las notas positivas de la pasada Vuelta a España y la punta de lanza del Burgos BH, al que ha dado un importante protagonismo en la última semana. Pelayo Sánchez acabó la ronda con unas sensaciones tan positivas que en la penúltima jornada se coló en la fuga que se jugó la victoria y entró en meta tercero y a rueda de Remco Evenepoel. Es más, en los kilómetros finales estaba convencido de que podría con el campeón belga, con Wout Poels -a la postre el ganador de aquella jornada- o con Marc Soler, otro de sus compañeros de fuga.

¿Asimilando todo lo sucedido durante La Vuelta y sobre todo en esa última semana?
Más que asimilando lo que estoy tratando de recuperarme después de las tres semanas, porque al final es un reto muy duro para las piernas y para la cabeza.

¿Sorprendido de cómo han funcionado tanto las piernas como la cabeza?
Ya había corrido otra Vuelta  España y sabía lo que me esperaba y lo que iba a ocurrir a partir de la primera semana, ya que el cuerpo empieza a recuperar peor. A partir de ese momento la fatiga va haciendo mella y esa experiencia me ayudó a saber lo que me esperaba. Lo que no sabía es que iba a tener las piernas que tuve en esos últimos días. La verdad es que me sorprendieron.

¿Ha tenido las mejores sensaciones de su carrera deportiva en esa última semana?
Comencé con mal pie y tuve una caída la primera semana que me dejó lastrado unos días. Cogí una escapada en Alicante que me sirvió para recuperar la confianza. Poco a poco le fui dando la vuelta al cuerpo y afronté la segunda y la tercera semana con más optimismo. Me empecé a encontrar mejor y con el paso de los días las sensaciones comenzaron a ser realmente buenas. Llegaron las etapas de Asturias y estaba muy motivado. En los últimos días si no estaba en la fuga trataba de llegar lo más lejos posible con los mejores y en esa llegada de la Cruz de Linares yo mismo me llevé una sorpresa -en esa etapa acabó 18º y llegó a meta a escasos segundos de Jonas Vingegaard, que cerró el grupo de los favoritos-.

En la etapa de Guadarrama llegué a pensar que les podía ganar a todos»

¿Los días que estuvo en Asturias supusieron una inyección de energía y de motivación?
Sobre todo fue motivación. Como eran las carreteras por donde paso habitualmente en bicicleta me apetecía apretar a tope y ver de lo que era capaz, aunque no estuviera en la fuga. 

¿Le ha salido una Vuelta a España mejor de lo que esperaba?
Sí, sí, desde luego. El balance es muy positivo y sobre todo en esa última etapa de Madrid en la que estuvimos cerca de ganar, igual que en la que acabó en la Laguna Negra. Eso da mucha moral de cara al futuro.

En Guadarrama no solo estuvo cerca de la victoria tras acabar tercero, sino que estuvo a la altura de alguno de los mejores ciclistas del pelotón internacional como Remco Evenepoel, Wout Poels o Marc Soler.
Los días en Asturias, además de darme motivación, me dieron ese plus de confianza, que a veces me falta de verme como uno más. Al estar junto a los mejores del mundo tiendes a verte un poco inferior porque es gente muy buena y con muchos medios. Los días que estuve cerca de ellos me sirvieron para pensar que se podía competir de tú a tú con ellos y afrontar esa jornada de Madrid con las garantías de que si cogía la fuga se podía intentar algo bonito. Una vez estuve en la escapada, comer, beber y a rueda para guardar lo máximo de cara a ese último repecho.

Los días en Asturias, además de darme motivación, me dieron ese plus de confianza»

¿Tenía confianza en que podía ganar pese a la calidad de todos ellos?
Sí. También en Laguna Negra sabía que no era el más fuerte y que en el esprint podía saltar por los aires, pero uno siempre piensa que puede sorprender. La verdad es que en esa etapa de Guadarrama con las piernas que tenía y las buenas sensaciones que notaba sí llegué a pensar que podía ganarles.

¿Ser el más desconocido le podía haber ayudado a sorprenderles?
Era el menos vigilado y quizás lo ideal era haberles tratado de sorprender, pero al final con ese tipo de corredores no cabe lugar a la sorpresa porque tienen tanta calidad que es complicado dejarles. Entendí que no tenía mucho sentido atacarles porque me neutralizarían, por lo que no quedaba otra que jugársela en los últimos metros. Sé que tengo buena punta de velocidad, pero en una llegada después de más de cinco horas siempre esprinta más el que llega más fuerte, no el más rápido. Los dos que quedaron por delante simplemente tenían más piernas que yo.

¿Cuánta confianza supone todo lo que ha conseguido en La Vuelta?
Ver que las cosas van saliendo, que la progresión es la adecuada, siempre da motivación para seguir entrenando y cuidándose para mejorar.

¿Cuánto ha cambiado Pelayo Sánchez en las últimas tres semanas?
Estamos en constante evolución y creo que el Pelayo de hace 15 días de La Vuelta tampoco era el mismo que el que empezó. Pero puedo considerar La Vuelta como un punto de inflexión, sobre todo a nivel mental. He visto que se puede estar peleando con los mejores.

Una vuelta de tres semanas es maltratar al cuerpo»

¿Ha acabado convencido de que estos ciclistas top no son tan extraterrestres como parecen?
Al final, los extraterrestres son los extraterrestres. Son corredores buenísimos que tienen una calidad especial. Pero es verdad que tienen dos piernas y se les puede ganar.

Detrás de toda su actuación en La Vuelta hay sobre todo mucho trabajo.
Sí. El ciclismo es un deporte muy sacrificado y muchas veces no es matemático. Hay veces que las cosas no salen y no existe una explicación. El cuerpo no está siempre igual, pero ver que todo el esfuerzo que hiciste hace que mejores siempre agrada.

A Madrid ha llegado fatigado, ¿pero también satisfecho?
Por supuesto. Una vuelta de tres semanas es maltratar al cuerpo. La tercera semana no tiene nada que ver con ninguna otra competición del año por esa fatiga tanto física como mental que acumula el cuerpo. Cuando acaba uno siente un poco de alivio y también de pena. Son sentimientos encontrados porque llevas aquí muchos días con los compañeros y conviviendo y eso hace que no quieras que se acabe. Aunque uno también tiene ganas de volver a casa y descansar un poco de tanta bicicleta.

¿Cómo valoraría la actuación del Burgos BH?
Creo que hemos obtenido una buena nota. Aunque tuvimos muy mala suerte con las caídas, porque nos lastraron mucho. José Manuel Díaz y Dani Navarro llegaban muy bien de forma, pero a mitad de La Vuelta sufrieron caídas muy fuertes y al final eso te deja tocado hasta Madrid. Teniendo eso en cuenta, el equipo dio la cara muy bien e hicimos un buen papel.

El equipo no ha tenido suerte con las caídas»

¿Pelayo Sánchez es un ejemplo del importante papel que cumplen los equipos pequeños como el Burgos BH?
Para que haya un primero tiene que haber un segundo y para que haya un segundo tiene que haber un tercero y así sucesivamente. Todos los miembros del pelotón tienen su función en carrera. Unos disputan la general, otros las fugas, otros las llegadas… Cada uno hace lo que puede. Y en el ámbito de la evolución de los corredores es muy positivo que España cuente con cuatro equipos Profesionales Continentales, aunque quizás falta algún equipo más de primera línea. Creo que eso posibilitará que haya en el futuro más ciclistas y más calidad.

¿La superioridad del Jumbo Visma que se ha percibido desde fuera también la han sentido en carrera?
En la televisión se veía y en la carrera se sentía. Tienen un auténtico equipazo. Desde el primero al último son los mejores en su ámbito. Creo que han sido los merecedores de la victoria final porque han dominado todos los terrenos.