El líder y el árbitro empujan al Burgos CF a la derrota

ROBERTO MENA / Leganés
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El segundo tanto del CD Leganés fue precedido de un claro empujón en el área del bigoleador, Diego García, a Borja que el colegiado consideró de fuerza insuficiente para el derribo

El delantero burgalesista Fer Niño se lamenta de una ocasión fallada por la escuadra del Plantío. - Foto: Alberto Rodrigo

El Burgos CF plantó cara al líder en Butarque. Los blanquinegros hicieron un buen partido en líneas generales. Propusieron, quisieron y buscaron con ahínco el gol, pero no lo encontraron. En ocasiones por falta de puntería e inspiración y en muchas de ellas por el poder de contención de su rival, muy sólido sobre todo en área propia.

Hasta ahí el fútbol. Lo que no entendió la expedición burgalesista es cómo subió al marcador el segundo gol blanquiazul. Diego empuja con ambas manos a Borja, el colegiado lo vio, aunque entendió que no fue suficiente para pitar. Las imágenes no dejan duda. La infracción existe, la intensidad con la que se produce es algo que  calculan los físicos.

La racha positiva también acabó en Leganés después de ocho partidos consecutivos sin perder. Pese a todo, las sensaciones no fueron malas.

El Burgos comenzó con buena cara y mandando sobre el terreno de juego. Tuvo varias aproximaciones al área de Conde que no se concretaron, pero estaba mejor situado que su oponente sobre el terreno de juego. Appin jugaba con mucha libertad, lo que provocaba que en ocasiones Curro ocupara el puesto de mediocentro. El cuadro burgalés estaba a gusto, a su oponente le ocurría todo lo contrario.

Pero todo cambió en un abrir y cerrar de ojos. Cerca del primer cuarto de hora el Leganés botó una falta, que rechazó la defensa visitante, un jugador del Leganés disparó fuera del área y el balón le llegó a Diego, que libre de marca fusiló a Caro.

El gol tuvo un efecto vigorizante con el cuadro pepinero, al que se le fueron las dudas de un plumazo. Supuso todo lo contrario en el Burgos, que seis minutos después encajaba el segundo en un saque de esquina. Diego, que volvió a marcar, empujó con las dos manos a Borja antes de rematar, pero el colegioado, que lo vio, decidió que no tuvo la fuerza suficiente y concedió el gol.

El Burgos lo pasó mal en los diez minutos posteriores. Espoleado por los goles, el Leganés apretó y buscó la sentencia, aunque el cuadro burgalesista aguantó y volvió al plan inicial de partido.

La escuadra de Jon Pérez Bolo volvió a tomar las riendas del choque y a aproximarse al área blanquiazul. Borja lo intentó con un buen disparo en el 35. Los blanquinegros quería recortar distancias y regresar al partido y en el 37 estuvieron cerca. Álex Sancris mandó un balón al palo y posteriormente se sacó un buen disparo. El auxiliar levantó la bandera por fuera de juego de Fer Niño, aunque todo indica que si hubiera entrado el primer disparo el gol hubiera sido legal porque el ex del Villarreal no intervino.

El guion siguió siendo el mismo en la segunda mitad. El Burgos quería, apretaba y buscaba el 2-1, pero no lo encontraba ante un rival que hacía del orden su mejor virtud. Ander Martín tuvo una buena ocasión en el 57, pero falló en el primer remate y no tuvo fortuna en el segundo.

Con el avance del cronómetro el Burgos comenzó a dar pasos hacia adelante, asumiendo más riesgos para  entrar en el partido y buscar al menos el empate. Tuvo la posesión y los envíos al área fueron continuos, aunque no encontró recompensa.

Bolo metió en el campo a todo su arsenal ofensivo, pero su equipo se seguía topando con un oponente muy sólido sobre todo en el área y el Burgos no encontraba la fórmula para entrar en la maraña defensiva pepinera. Los de casa nadaban y guardaban la ropa a la espera de una  contra que finiquitara la contienda.

Todo continuó de la misma forma en el tramo final del choque. El Burgos insistió en los balones laterales al área y el Leganés lo siguió despejando de la misma forma que había hecho hasta entonces.

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