Los dos mirandeses implicados en un intento de homicidio en La Rioja se enfrentan a penas que pueden llegar hasta los diez años de cárcel. El periodo de instrucción está a punto de finalizar y será entonces cuando se conozca con exactitud los delitos que se imputan a cada uno de los acusados.
La situación procesal más complicada es la del joven de 26 años que permanece en prisión desde que sucedieron los hechos, igual que su pareja, de origen riojano y que también está involucrada en la causa. La detención del otro imputado se produjo el pasado mes de febrero en Miranda, tras una intensa labor de investigación por parte de las fuerzas de seguridad, aunque su abogado Jesús Alegre, asegura que no tuvo participación directa en los hechos. Por ahora ha quedado en libertad a la espera de juicio.
Las tres personas son sospechosas de propinar una brutal paliza a un joven, al que apuñalaron y dejaron abandonado en estado grave. El suceso tuvo lugar en la localidad riojana de Villamediana de Iregua, concretamente en un paraje conocido como La Solana, al que la chica y la víctima habían acudido con la intención de hablar y aclarar algún malentendido previo. Según la versión de la Guardia Civil, la cita concertada por la mujer era una trampa para ajustar cuentas, ya que cuando llegaron al lugar, del maletero del vehículo bajaron su novio y el amigo, armados con un bate de béisbol y un arma blanca.
Tras la salvaje agresión, abandonaron a la víctima en el lugar, aunque antes le robaron el teléfono para que no pudiera solicitar ayuda. Sin embargo, una llamada anónima alertó a los agentes de la presencia de una persona herida. Cuando llegaron al lugar, encontraron al joven de nacionalidad rumana sangrando abundantemente de la cara interna del muslo a la altura de la femoral, por lo que se centraron en frenar las hemorragias para trasladarle al hospital, donde fue intervenido quirúrgicamente de las lesiones.
Seis días después, la Guardia Cicil procedió a la detención de la pareja, aunque ya advertía entonces que buscaba a una tercera persona. La misma fue detenida hace unas semanas en Miranda, ciudad en la que reside. El letrado encargado de su defensa, Jesús Alegre, afirma que la implicación de este sujeto en los hechos es menor y como mucho constitutiva de algún delito menos grave que la tentativa de homicidio, que está castigada en el Código Penal con una condena que oscila de cinco a diez años de cárcel. Ahora será la Fiscalía la que deberá determinar el grado de implicación de cada uno de los acusados.
En el operativo llevado a cabo en febrero para la detención del tercer sospechoso, también fue puesto a disposición judicial otro mirandés al que se relaciona con el caso por unas llamadas telefónicas. Sin embargo, estaba trabajando en el momento en el que tuvo lugar la agresión en La Solana.