Palmadas que saltan del balcón

A.S.R.
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El proyecto 'Más que un aplauso', que recoge donaciones para comprar material sanitario, centra su campaña en Burgos hasta el miércoles, con los hospitales de Miranda, Aranda y San Juan de Dios como destinatarios

La iniciativa nació en Aragón y tras cubrir las necesidades de esta Comunidad ha saltado a Soria y Burgos.

Irene Martínez nació en Barcelona, pero presume de ser de Santa María del Mercadillo, el pueblo donde ella pasa todos los veranos y otras fiestas de guardar. Ese vínculo sentimental la llevó a proponer a Burgos como uno de los destinatarios del proyecto solidario Más que un aplauso, puesto en marcha por un grupo de profesionales de Aragón, a los que después se unió otro de la Ciudad Condal. Su razón de ser es la compra de material sanitario a partir de las donaciones de la gente para distribuirlo en hospitales, centros de salud, residencias de mayores y otras instituciones públicas.

Tras cubrir las necesidades de la comunidad aragonesa, decidieron dar un salto y ayudar a los territorios limítrofes. Soria se encaramó a la primera de la lista. Y ahora han acercado el zoom hasta Burgos. Todas las donaciones que se hagan hasta el miércoles servirán para dotar de material sanitario a los hospitales de Miranda, Aranda y San Juan de Dios de Burgos.

La gente interesada en colaborar puede entrar en la página web www.masqueunaplauso.com y cuando le soliciten sus datos en el del apellido debe poner ‘Burgos’. «Todo el dinero que se recaude bajo ‘Burgos’ lo destinaremos a los pedidos realizados en la provincia. Lo que llegue a partir del miércoles, irá al siguiente pedido. Queremos mantener esa cercanía con los territorios, y más con esa España Vaciada, pero nuestra solidaridad está con quien más lo necesita», explica Irene Martínez y matiza que fuera de Aragón sí son ellos los que en un inicio se ponen en contacto con centros sanitarios, pero que están abiertos a echar una mano a quien llame a su puerta.

De momento, el Santiago Apóstol los ha solicitado gel hidroalcohólico y batas; San Juan de Dios, batas y pantallas faciales; y el Santos Reyes, calzas, gorros y guantes.

Esta campaña de micromecenazgo no tiene fin. «Nos da miedo que como las últimas noticias son alentadoras la gente deje de donar, cuando, no hay que engañarse, esto va para largo y el desabastecimiento va a continuar», advierte e insiste en la transparencia de la iniciativa, que cuelga en la web todos los documentos que atestiguan sus pasos.

Esta plataforma ciudadana surgió por el convencimiento de sus miembros de que podían contribuir a aliviar el desabastecimiento de material sanitario en la sociedad española. El grupo contactó con el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, que es quien articula los fondos. «Queríamos que el canal de donaciones lo llevara una institución pública en vez de gente privada para que no haya dudas ni malentendidos sobre lo que se hace con el dinero», remarca Martínez.

La rama aragonesa se fusiona el 21 de marzo con la catalana, que había surgido con el objetivo puesto en la localización de proveedores en China para traer material sanitario a España, con la implicación de españoles que viven allí y la Embajada en Beijing. Por valija diplomática ya han traído 13.000 mascarillas FFP2, que el Ministerio de Sanidad distribuye como cree conveniente.

Esta es una de sus dos patas, la otra los lleva a proveedores locales que fabrican material para los EPI (Equipo de Protección Individual), que entregan en función de las peticiones que reciben y después del visto bueno de calidad del Hospital Clínico de Zaragoza.