Los problemas en Venerables continúan día tras día pese a que la Policía Local ha reforzado su presencia en la zona. El principal problema es que lo que allí ocurre no es un simple botellón, sino que tanto en la plaza central como en el parque del Doctor Vara y las calles aledañas se dan cita decenas de jóvenes que quedan para pegarse, cometen actos vandálicos e incluso se dedican a amedrentar a vecinos y paseantes. Hace dos noches se requisaron incluso armas blancas. En el Ayuntamiento están muy preocupados porque creen que algunas de la conductas que allí se producen exceden de las competencias de los agentes municipales. Por ello, han convocado para el próximo martes una junta extraordinaria de seguridad en la que reclamarán a la Policía Nacional ayuda para poder solucionar esta problemática.
La concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, ya había puesto en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno en Burgos este asunto. El objetivo era precisamente obtener la ayuda del Cuerpo Nacional de Policía en las labores de vigilancia y control de la zona. Desde hace aproximadamente tres meses, en Venerables se han ido juntando grupos llegados de varias partes de la ciudad: los que hacían botellón en el Castillo y que ahora beben y fuman droga en los portales de las viviendas, los que se reunían en General Santocildes y también chavales de otros barrios. La bola se ha ido haciendo cada vez más grande y las molestias a los vecinos se han vuelto insoportables. Tanto, que incluso se sienten amenazados por algunos de los jóvenes que allí se dan cita cada tarde a partir de las seis.
En la Policía Local son conscientes de que erradicar el botellón es prácticamente imposible, pues a la vista está que, a pesar de reforzar su presencia allá en donde se han generado focos, esta práctica se ha ido trasladando de un sitio a otro. Pero es que a día de hoy el problema en esta céntrica plaza va mucho más allá de las aglomeraciones para consumir alcohol. Se están produciendo robos en los garajes, entradas en la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) e incluso atracos a punta de navaja en plena calle. «Creemos que se están cometiendo hechos delictivos que exceden de las competencias locales, de ahí que consideremos esencial la ayuda de la Policía Nacional», expone Carpintero.
Primeras denuncias. Tras los graves episodios ocurridos el pasado fin de semana, los vecinos han presentado en la Comisaría Provincial las primeras denuncias. El presidente de la comunidad de los números 2 y 4 de Venerables, Carlos Falcón, tuvo que acudir a sede policial después de que el domingo un grupo de chavales cogieran del párking subterráneo ocho extintores, seis de ellos los vaciaron en plena calle y los otros dos los robaron. Minutos antes, un residente les había sorprendido escondidos entre los vehículos. Al invitarles a que se marcharan de allí, le increparon e incluso le escupieron en el coche.
Las dos semanas y media que han durado las fiestas navideñas han sido las peores. Día sí, día también se producían peleas multitudinarias entre algunos de los grupos. Muchos de los testigos aseguran que se citan por redes sociales para convertir el parque del Doctor Vara en un ring de combate. Pero varios de estos violentos sujetos también la emprenden a golpes con el mobiliario urbano, las terrazas de las cafeterías y contra los portales. No son pocos los que han amanecido con orines, vómitos e incluso destrozos, según denuncian los propietarios.
La actitud con los vecinos de la zona también es agresiva. Algunos grupos que se agolpan en la entrada de los portales -la mayoría sin mascarilla y sin respetar las restricciones sanitarias- han llegado a agredir a personas ancianas que les reprochaban su actitud. El responsable del Vara Café, Sergio, también denunciaba hace unos días episodios de este tipo. «Causan muchos problemas y no puedes decirles nada porque enseguida se te enfrentan. Se saben muy bien sus derechos y te amenazan con denunciarte si les dices algo. He tenido incluso que volver al bar porque el tono que utilizan es muy violento».
Desde el lunes, la Policía Local está acudiendo cada tarde a Venerables. La plaza, en la que han llegado a congregarse más de 150 personas, tiene un aspecto muy distinto. Varios vehículos se ubican en las esquinas que dan acceso y permanecen un par de horas, algo que llevaban semanas reclamando los residentes. Según señalaban, han sido incontables las llamadas que han realizado y hasta ahora las actuaciones se limitaban a pasar por la zona y desalojarla, pero al rato volvían. Hoy por hoy, los grupos están mucho más dispersos.
Siguen los episodios violentos. A pesar del refuerzo de la seguridad, el cuerpo municipal no ha logrado erradicar los episodios violentos. El miércoles se produjo una nueva pelea en la que los agentes llegaron incluso a requisar algún arma blanca. En el área de Seguridad Ciudadana tienen claro que la solución pasa por que la Policía Nacional también participe en los dispositivos. «Obviamente, todo lo que sea perseguir conductas como el botellón es una labor del Ayuntamiento, pero hay robos y peleas en los que su actuación será mucho más efectiva», insiste la concejala.
Aun así, la experiencia no invita al optimismo en el número 1 de la Plaza Mayor, donde prevén que una vez que consigan terminar con las aglomeraciones en Venerables, se trasladarán a otro lugar.