El precio de la vivienda terminada (nueva y usada) aumentó en agosto el 2,8% respecto al mismo mes del año pasado, frente al repunte del 4,5% que registró en julio, una ralentización que se debió principalmente al enfriamiento en grandes ciudades e islas y a la caída de precios en áreas metropolitanas.
Los precios repuntaron en agosto en las capitales y grandes ciudades el 3,1%, dos puntos menos que en julio (5,1%); en tanto que en Canarias y Baleares pasaron de subir el 7,1% a avanzar el 2,3%, según datos publicados hoy por Tinsa.
El precio de la vivienda en las áreas metropolitanas cayó el 0,8%, mientras que en julio había subido el 3,4%.
Por contra, en la costa mediterránea la vivienda se encareció en el octavo mes del año el 2,1%, casi un punto más que en julio (1,2%).
"Tras un julio de ligero repunte, agosto confirma la tendencia de moderación en precios, con ajustes mensuales reseñables en las capitales, grandes ciudades y sus áreas metropolitanas", ha subrayado el director del Servicio de Estudios de Tinsa, Rafael Gil.
El precio de las casas nuevas y usadas se mantienen un 34,2% por debajo de los máximos alcanzados antes del estallido de la crisis, aunque se ha recuperado un 14,7 % desde mínimos, según los datos de la tasadora.