En la Ribera del Duero, quien más quien menos sabe qué es un lagar y para qué servían. Casi ninguno queda en uso y pocos hay que se mantengan en pie, porque la llegada de los nuevos usos a la hora de elaborar vino provocó su abandono y posterior ruina. De un tiempo a esta tarde, algunos municipios ribereños se están esforzando por evitar que se terminen perdiendo, por el afán de conservar el patrimonio enológico y la memoria de generaciones añejas.
Esa pretensión es la que lleva persiguiendo durante dos años la Asociación Cultural ‘La Fernosa’ de Zuzones desde que le donaron un lagar medio en ruinas y que ahora va a poder restaurar gracias a la unión de esfuerzos. La intención es crear un centro de interpretación para "dar a conocer a todo aquel que no lo haya vivido directamente cómo se elaboraba el vino", como explica Julio Gutiérrez, secretario de la asociación, que resalta que por dentro "solo necesita limpieza y tratamiento, el husillo lo vamos a recuperar de otro lagar y la viga está bien y solo hay que quitarle el musgo", mientras que las labores de consolidación y reforma del edificio serán los más extensos. El presupuesto final que supondrá este proyecto es de 34.000 euros.
El edificio cuenta con más de 200 años de antigüedad y ahora es propiedad tanto de la asociación cultural como de la de jubilados de la localidad, por lo que la primera va a aportar 12.000 euros, que se van a sumar a los 5.000 euros de la de mayores, otros 7.000 de la asociación forestal del municipio que está a punto de disolverse y una subvención gestionada a través de la ADRI Ribera del Duero Burgalesa de 13.000 euros, dentro de la categoría de proyectos no productivos del programa Leader, desde la que destacan que "es sin duda un gran ejemplo de compromiso civil por el patrimonio y la historia, una lucha de la Ribera del Duero Burgalesa por conservar sus raíces para las generaciones futuras".
Para conseguir la suma total del proyecto, los socios de La Fernosa van a poder colaborar a través del adelanto del pago de cuotas anuales o donativos, con los que se intentará que el montante que se necesite solicitar a través de préstamos sea el menor posible.
La intención de los promotores de este proyecto es que esté listo para el próximo verano, en el que los visitantes podrán verlo recuperado y casi listo para su uso, porque van a completar el escenario con "elementos que se utilizaban en la vendimia, viejos, no nuevos, porque todo el mundo tiene algo en su casa relacionado con el vino y la vendimia y no supondrá una inversión a mayores", apunta Julio Gutiérrez, que reconoce que este proyecto servirá para completar la oferta turística y cultural local.