La Comisaría de Miranda espera a su quinto jefe en un lustro

Ó.C.
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La Policía Nacional en Miranda se vuelve a quedar descabezada por el traslado de Ana Isabel Mélida a Burgos. Para cubrir el vacío se desplazan inspectores de la capital a la espera de un nuevo concurso

La Comisaría espera a su quinto jefe en un lustro - Foto: Patricia González

La Comisaría de Policía Nacional en Miranda se ha vuelto a quedar sin responsable. Una mala noticia que casi se ha convertido en habitual, puesto que desde febrero de 2015 son cuatro los jefes que han pasado por las dependencias de la ciudad, donde ahora se espera al quinto. La última en el cargo ha sido Ana Isabel Mélida quien ya está en Burgos tras un traslado voluntario. De esta manera cerró una etapa profesional en la que no ha llegado a estar dos años, puesto que tomó posesión en junio de 2018, cuando sustituyó a Eloy Ladrón, que a su vez estuvo menos de un año al frente de la Comisaría local.

Para tapar el vacío generado, desde el cuerpo de Policía Nacional se indica que por el momento se ha tomado la decisión de trasladar puntualmente a inspectores de Burgos, para ir cumpliendo con las funciones de jefe de Comisaría local, sin que sea una situación definitiva. Para encontrarla se tendrá que esperar, puesto que primero hay que «resolver el concurso» para cubrir el puesto. Esto no será inmediato y no hay una fecha clara, porque antes tendrán que recibir la formación «los inspectores jefes nuevos» y posteriormente «saldrán las plazas, entre ellas la de Miranda y en ese momento se cubrirán». Además una vez se cumpla toda esta tramitación «los elegidos tendrán un mes para incorporarse», lo que podría dilatar más el vacío en la jefatura. 

Para explicar los relevos constantes en este cargo de responsabilidad se matiza que la Comisaría de Miranda se ve como «una plantilla de tránsito», una situación que ya se ha puesto en otras ocasiones de manifiesto para otro tipo de plazas, como la de los agentes, aunque en los últimos cinco años hay una mayor incidencia en lo alto de la pirámide. La estabilidad en el cargo se perdió hace cinco años, cuando también en el mes de febrero se marchó a Tudela Aquilino Peláez, tras casi once años al frente. En ese momento su sustituto se encontró rápido puesto que entró Fermín Treceño quien había llegado a Miranda en 2014, para hacerse cargo del puesto de responsable de la Seguridad Ciudadana. A pesar del ascenso, también se acogió a un traslado interno para irse a Oviedo cuando había cumplido dos años como inspector jefe local.

De esta manera se tuvo que buscar un nuevo sustituto para coger el mando en la ciudad. En esta ocasión llegó de fuera de la Comisaría y fue Eloy Ladrón, quien tomó posesión de una manera temporal, puesto que desde un primer momento se dejó claro que volvería a la capital de la provincia, para continuar con su carrera profesional. 

La llegada de Mélida a la Comisaría en marzo de 2018 se vio como un anuncio de relevo, puesto que tenía la formación y llegaba tras ser jefa de la Unidad de Familia de Burgos. También había tenido experiencia en temas de Extranjería, donde ha vuelto ahora con el traslado. Con el movimiento ha puesto fin a un periodo de menos de dos años en el cargo que asumió en junio de 2018. A pesar de haber estado poco tiempo en la ciudad como inspectora jefa ha tenido que lidiar con varios casos. El más llamativo fue la muerte violenta del escayolista, cuyo cuerpo se encontró en mayo de 2019 en las aguas del río Ebro. Al margen de este suceso, Mélida ha tenido que hacer frente a otras investigaciones, con una plantilla que se reforzó el año pasado, pero que arrastraba un déficit importante de agentes.