Julián Calero llegó con cara de satisfacción a la improvisada rueda de prensa que se realizó sobre el mismo césped en el que se disputó el choque. Su equipo había alcanzado la meta fijada, los 39 puntos, aunque la ambición del técnico se mantiene intacta. «La primera fase ha sido muy buena. No hay que darse besos, pero sí felicitarse por el trabajo realizado por todos. Llega el momento de descansar, de volver a reunir fuerzas y empezar la segunda fase con mucha ilusión porque viene algo muy bonito y hay que ver si somos capaces de comportarnos con la grandeza que exige la situación y el escudo», comentó.

En la previa ya señaló que el objetivo era convencer a los jugadores de que el de ayer era el primer partido del segundo ciclo competitivo. «Creíamos que era importante conseguir la victoria y que podía ser un buen día para sumar tres nuevos puntos. Lo hemos conseguido, aunque no sin dificultad porque el Real Oviedo B es un buen equipo y tenían necesidad», explicó.

Habló del paso adelante que dio el Vetusta en la segunda mitad con la intención de «jugárselo todo». Los blanquinegros eran conscientes de que el partido «podía cambiar» en la reanudación y Calero lamentó que los suyos no fueran capaces de adelantarse en el marcador en los primeros 45 minutos, en los que el Burgos dominó. «También sabíamos que tendríamos opciones en la contra. Hemos tratado de reforzar el centro del campo, ya que hemos estado en inferioridad y hemos tenido que hacer un gran esfuerzo. También hemos metido velocidad con Javi Gómez y Roberto Alarcón y una de las contras nos ha dado la victoria», comentó.

Ya piensa en la segunda fase y asegura que llegar con un colchón de puntos con respecto a sus rivales «siempre es bueno». «La cuestión ahora es cómo manejes esa ventaja. Si es en beneficio propio o si hace que te relajes y que no des el plus necesario para afrontar estos partidos. Nos vamos a enfrentar a rivales que vienen de hacer una buena primera fase y habrá que preparar mentalmente al equipo para que vuelva a responder», respondió.

La filosofía del partido a partido se mantendrá como línea a seguir en el vestuario blanquinegro, aunque Calero aseguró que lo que cambian son las circunstancias. Señaló que será «diferente», ya que la situación de los rivales ha cambiado. «Todo el mundo se ha clasificado para la Segunda B Pro y ahora solo pueden pasar cosas buenas después de conseguir el primer objetivo. Tendremos rivales que también jugarán para bingo como nosotros, por lo que serán partido bonitos, pero quizás con una carga de intensidad superior a la de esta fase», expuso.

No mostró sus preferencias por los adversarios en este nuevo escalón competitivo, en el que las plazas para disputar el play off estarán en juego. «Los rivales nos dan lo mismo. El que nos toque tendrá el Burgos enfrente para disputar. Si es el Depor iremos a Riazor, si es otro iremos a donde sea. Lo que hagan la semana que viene lo acataremos y trataremos de competir», concluyó el preparador madrileño del Burgos CF.