Resignación y críticas porque las barracas aún no se mudan

C.M..-B.G.R.
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El Diego Porcelos se plantea pedir una reunión con el alcalde y la Politécnica se queja del perjuicio para los investigadores

Las atracciones se instalan en las dos calles de acceso a más de media docena de centros a los que acuden centenares de alumnos. - Foto: Valdivielso

La decisión de mantener las barracas en el polígono docente del Vena hasta su traslado definitivo a un recinto ferial en Las Tejeras no ha sentado nada bien a los colectivos más afectados: los vecinos de la barriada de Los Ríos y los profesores y alumnos de la más de media docena de centros educativos situados entre las calles Eloy García de Quevedo y Francisco de Vitoria.

Los residentes en el entorno llevan años denunciando que no es el emplazamiento más adecuado para ubicar las atracciones de las fiestas, pero ante las explicaciones dadas por el propio alcalde, Daniel de la Rosa, de la imposibilidad de llevarlas provisionalmente a la Milanera, aceptan resignados esta situación. "No hay una solución intermedia porque no es posible adecuar ese espacio y no queda más remedio que sigan aquí este año y al menos dos. No podemos luchar contra lo que es imposible", asegura el presidente de la Asociación de Vecinos Nuestra Señora de las Nieves, Feliciano González, que descarta la convocatoria de movilizaciones por la nula posibilidad de encontrar una alternativa.

Agradece que fuera el alcalde y dos concejalas del equipo de Gobierno quienes acudieran al barrio para ofrecerles las explicaciones de la decisión adoptada, pero les han pedido que se extreme la vigilancia para que se cumpla la normativa de ruido y que se intenten colocar las atracciones más alejadas de las viviendas, dejando libre la calle Rodrigo de Sebastián para evitar que el taller mecánico ubicado en ella se vea afectado. Precisamente el dueño del mismo urge que el Ayuntamiento le dé una solución para que su negocio no sufra las consecuencias: "No me opongo a las barracas, aunque será necesario llegar a un acuerdo para que no me perjudique tan seriamente".

De "muy mala noticia" califican la decisión municipal los centros educativos del polígono docente. El director de la Escuela Politécnica del Vena, Miguel Ángel Mariscal, lamenta que se hayan visto frustradas "las esperanzas de que se diera una solución a corto plazo", ya que para este año el calendario académico está planeado contando con el mantenimiento de la ubicación.

Para ello, detalla que los exámenes finales terminarán antes de las fiestas de San Pedro, después de las cuales se retomará la actividad con la defensa de los trabajos de fin de grado o de máster. No obstante, subraya que la instalación de las atracciones no solo afecta a la labor docente, sino también investigadora. "Tenemos quejas porque los ensayos no se pueden parar", manifiesta, al tiempo que remarca que este malestar siempre se ha trasladado al Rectorado, que a su vez se lo ha manifestado al Ayuntamiento, si bien considera que "las cartas que se envían no tienen excesiva respuesta".

Esta misma medida es la que el instituto Diego Porcelos lleva tiempo poniendo en práctica. Su director, Jesús Martín, se muestra "muy descontento" y escéptico sobre el futuro. "Ya no me creo nada", dice, aludiendo a que ahora el equipo de Gobierno "es de otro color" pero la situación seguirá siendo la misma y "es triste que se prometa algo que parece que iba a salir adelante y luego no se haga".

Seguridad. Martín precisa que este año, además, el problema será mayor, ya que el día 30 de junio se celebrarán los exámenes extraordinarios de segundo de Bachillerato, una fecha que fija la Junta en su calendario y que no se permite cambiar. "Hay que tener en cuenta que es algo muy importante para los estudiantes, sus familias y los profesores", agrega. Su instituto es el más afectado al encontrarse en el centro del recinto, si bien no es el único. Por ello, asegura que se pondrá en contacto con el resto de los directores y avanza la posibilidad de solicitar una reunión con el equipo de Gobierno. "Esto no es una calle para celebrar fiestas. Estamos en un polígono docente", señala y muestra su preocupación por que puedan ocurrir "accidentes al ser un espacio tan pequeño". 

La seguridad es uno de sus principales quebraderos, pero también los accesos. A estos apuntan fuentes del colegio María Madre, con el añadido en su caso de que la fechas coinciden con el periodo de matrícula de FP y "viene gente de fuera", a lo que agregan la "suciedad" que se acumula en zonas que no están a la vista. "Nos hubiera gustado que alguno de los equipos de gobierno lo hubiera solucionado porque la situación se vuelve a alargar", sostienen, no sin lamentar que todo continuará igual hasta que no exista otra ubicación.