El hecho de que la Policía Local hubiera cortado la circulación desde Cruz Roja hasta las piscinas de El Plantío hablaba del optimismo de las autoridades sanitarias hacia una respuesta ciudadana masiva en la primera jornada de cribado. Sin embargo, la realidad se quedó muy lejos de las expectativas. Tal vez no ayudaron los mensajes que enviaron en los últimos días la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa. El miércoles, la primera hizo un llamamiento -que el regidor municipal reprodujo el jueves- a todos aquellos que tuvieran sospecha de haber estado en contacto con personas contagiadas, cuando en realidad la Gerencia de Atención Primaria quería que por las nueve carpas dispuestas pasaran todos los empadronados mayores de 18 años, como se encargó ayer de puntualizar. De ahí que las cifras del primer día fueran, reconocieron, algo discretas. A los test rápidos se sometieron 3.663 personas y dieron positivo 25, lo que equivale a un 0,68%. Otros once arrojaron un resultado indefinido y tendrán que someterse a la prueba PCR para confirmar o descartar.
Sanitarios, Protección Civil, Policía Local y Fuerzas Armadas prepararon un amplio dispositivo para dar cabida a una respuesta masiva de los primeros ciudadanos que acudieran a la llamada de la Junta de Castilla y León. Solo a primera hora, a eso de las nueve de la mañana, una larga cola serpenteante que cubría de gente el párking del complejo deportivo de El Plantío y alcanzaba la entrada principal del Coliseum hacía presagiar una jornada de esperas. Nada más lejos de la realidad, pues en cuanto abrieron las puertas de las pistas de tenis donde estaban dispuestas las carpas, los equipos médicos encargados del operativo examinaron a las primeras decenas de participantes en apenas media hora. A partir de ese momento, el goteo fue constante, pero muy discreto.
Ya en esas primeras horas de pruebas, la gerente de Atención Primaria, Mónica Chicote, reconoció que la respuesta no estaba siendo la esperada. «Está habiendo poca afluencia. Ojalá que en estos próximos días los ciudadanos se vayan animando», apuntó esperanzada. También destacó la importancia de este tipo de estrategias de detección en las que el objetivo es captar «casos positivos de personas asintomáticas porque pueden ser altamente contagiosos». Tanto, subrayó, que en apenas una semana pueden transmitirlo a otras cuatro o cinco personas. «Es un operativo a mayores de todos los que hay para intentar controlar mejor los contactos estrechos y reducir la presión hospitalaria», insistió.
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