El vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, ha advertido este miércoles que Vox "tiene los días contados" si no reconsidera su posición en Madrid y Murcia para apoyar a los candidatos populares a sendas presidencias regionales, Isabel Díaz-Ayuso y Fernando López Miras, respectivamente.
En una entrevista en RNE, ha dicho que no quiere que esto suene a "amenaza" pero que si Vox insiste en votar con el PSOE y Podemos para evitar que gobierne el PP, sus votantes no lo entenderían porque no quieren gobiernos de izquierda ni tampoco este "espectáculo" que -a su juicio- está dando el partido que preside Santiago Abascal.
Por su parte, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha destacado en una entrevista en Telecinco que "la única esperanza que tiene la izquierda hoy se llama Vox" porque está dando su apoyo a PSOE y Podemos para gobernar.
García Egea, que dirige el comité negociador del PP, ha asegurado que seguirá negociando hasta mañana en Murcia y hasta la semana que viene en Madrid para conseguir un acuerdo con Vox, porque cree que el hecho de que Ciudadanos no quiera sentarse con el partido de extrema derecha no puede poner en peligro un gobierno de coalición. "Yo sí quiero sentarme con Vox, me sentaré las veces que haga falta", ha aseverado el número dos del PP, además de dejar claro que no tiene problema en llegar a acuerdos programáticos con este partido, al que ha advertido que no puede pretender "imponer su programa".
Maroto ha sido más crítico con Vox, al que ha reprochado varias de sus líneas programáticas como su postura sobre la homosexualidad o la inmigración, e, incluso, ha llegado a calificar de "política infantil" su estrategia en las negociaciones que no considera adecuada para un partido que acaba de llegar a la política. "El Gobierno de una comunidad autónoma no se puede quedar en blanco porque no se produce una fotografía o uno se sienta a pedir cargos para uno solo", ha dicho, sobre la exigencia de Vox de firmar un acuerdo a tres con Ciudadanos o de pedir puestos en los Ejecutivos de coalición de PP y la formación naranja.
Vox no regalará sus votos "a cambio de nada"
Por su parte, la formación de Abascal ha reiterado que no cederá sus votos en la Comunidad de Madrid si no consigue algo a cambio en las negociaciones, indicando que es imposible asegurar que se cumplan las medidas que exigen si el posible futuro gobierno "ni siquiera es capaz de sentarse a hablar".
Desde Vox han insistido en que no pueden apoyar la investidura de Isabel Díaz Ayuso si esta va a gobernar en coalición con un partido que ni siquiera los reconoce "como interlocutor" e indican que la situación no ha cambiado desde la semana pasada.
Hace justo siete días, Monasterio presentó un documento con varias peticiones que, según explicó, debían esta recogidas en un "programa único común" consensuado con PP y Ciudadanos. Este texto debía ser firmado "abiertamente" por estas dos formaciones si quieren contar con sus votos en una investidura. Díaz Ayuso en un primer momento aseguró que en líneas generales los requerimientos de Vox encajaban con propuestas de su partido aunque avisó de que había puntos en los que no estaría dispuesta a ceder, como los referidos al colectivo LTBI. Hasta el momento ha conseguido modificarlo hasta en seis ocasiones y este martes llegó a decir que el texto ya era "perfectamente firmable" por todos. Pero el principal escollo es Ciudadanos, que insiste en que no se sentará a negociar con Vox porque que su socio "preferente" es el PP.