Mínimas reservas en las casas rurales

ALEJANDRA G. FEIJÓO
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La demanda es escasa a pesar de los puentes del próximo otoño y de los recursos turísticos de la provincia

Las casas rurales han sido uno de los atractivos turísticos más demandados del verano. - Foto: Alberto Rodrigo

Con la llegada de septiembre se pone fin a la fecha vacacional por excelencia, pero se inauguran en la provincia, a cambio, unos meses en los que poder deleitarse mediante rutas de senderismo de la naturaleza, los colores intensos y matizados propios del otoño y las nieblas matutinas. De esta manera, antes de la llegada del invierno burgalés y su característico frío, no son pocos los viajeros del resto de la península que se acercan para observar los paisajes y disfrutar de su exquisita gastronomía.

Ha sido un verano atípico para el negocio del turismo por la crisis sanitaria existente y sus consecuentes incertidumbres. A pesar de ello, el balance que ha realizado el  presidente de la Federación de Turismo Rural de Burgos (Turalbur) con los datos de la temporada estival ha sido positivo, ya que de forma sorprendente ha superado las expectativas puestas en junio. Los visitantes extranjeros han sido menores, pero las estancias de los mismos, sin embargo, han sido más duraderas. Lo cierto es que de cara al otoño la esperanza no es para nada alentadora, ya que a día de hoy las cifras del coronavirus no permiten vislumbrar aún una luz al final del túnel. «Los meses de septiembre a diciembre no suelen ser malos para nuestra provincia porque poseemos demandados reclamos turísticos, pero no creo que en 2020 vaya a ser así. Las reservas  son mínimas en comparación con años anteriores y mucho tendrían que mejorar para alcanzar los ingresos habituales. Es lógico que el miedo al contagio marque las decisiones de los turistas, porque ya se está viendo que las precauciones deberían haber sido mayores durante el verano», lamenta Francisco Hernansanz, presidente de Turalbur.

La disminución de visitantes extranjeros han marcado las mermas de la mayoría de los empresarios del sector turístico, pero no es una realidad que preocupe a Hernansanz, ya que durante el otoño no suelen ocupar más del 5% de las reservas. Prevé, además, que el tipo de cliente va a seguir la tendencia que han observado durante estos meses: grupos de familias o amigos cercanos que eligen las casas rurales por estancias prolongadas donde estar protegidos del virus. 

Contemplar las hileras infinitas de los viñedos rojizos, los idílicos paisajes de la Sierra de la Demanda que se pueden encontrar en la ruta del hayedo de Santa Cruz del Valle Urbión o  la espectacular Cascada de Las Pisas son los lugares más especiales de la provincia para los amantes del otoño.