Idean una vía verde para reutilizar el Valladolid-Ariza

I.M.L.
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San Martín de Rubiales lidera la creación de una vía verde por el Valladolid-Ariza. Abarcaría los 30 kilómetros entre Peñafiel y Castrillo de la Vega con una inversión de un millón de euros

Idean una vía verde para reutilizar el Valladolid-Ariza - Foto: Florentino Lara

Lo que hasta hace un cuarto de siglo era una de las líneas de comunicación que vertebraba la comarca de la Ribera del Duero, ahora se ha convertido en un vestigio abandonado de una época de esplendor, tomado por la vegetación y jalonado de edificaciones abandonadas. Es el ferrocarril Valladolid - Ariza, cuyo trazado atraviesa esta zona natural y vitivinícola y que ahora es un vestigio de arqueología contemporánea, ya que su recuperación es poco más que una quimera, ya que dejó de ver pasar trenes por sus railes en 1994 de manera definitiva.

Ante este panorama, desde el Ayuntamiento de San Martín de Rubiales han comenzado un trabajo de investigación, recopilación de documentación y trámites, y contactos con otros municipios para que se pueda reflotar esta infraestructura convirtiéndola en vía verde, como ya se ha hecho con otras líneas férreas a lo largo y ancho de nuestro país. En el proyecto inicial sobre el que se está trabajando se contempla un tramo de 30 kilómetros. «Sería comenzar en Peñafiel y acabar en Castrillo de la Vega, en un principio esa es la idea, pasando por Bocos del Duero, Roa y Berlangas de Roa», enumera Juan Cruz Velasco, alcalde de San Martín de Rubiales, que no cierra la puerta a que el tramo escogido pueda variar, empezando en otro punto o añadiendo más localidades que pudieran estar interesadas.

En los contactos previos que se han mantenido ya para conocer la viabilidad del proyecto, desde Adif les aclararon a los promotores que se podía llegar a un acuerdo de cesión de la línea por un periodo de 20 años, que se podría prorrogar por otros diez más, y que sería este organismo público el que, una vez aprobado el proyecto, se encargaría de levantar los raíles que todavía queden sobre el terreno, que en algunos puntos han desaparecido a causa de robos en esta propiedad pública, y de compactar el firme para que pueda ser transitable tanto andando como en bicicleta. «Los ayuntamientos que nos implicásemos tendríamos que pagar un canon, que se calcula en función de los habitantes, porque no es lo mismo Bocos que Roa, por ejemplo, pero que no pasaría de 100 euros por kilómetros al año», adelanta Velasco.

De momento, tras unos meses recabando información y manteniendo algunas reuniones con los alcaldes de las localidades implicadas, la impresión que han sacado desde el Consistorio de San Martín es que podría salir adelante. «Cuando nos hemos reunido, a todos los parece bien la idea porque sería una nueva forma de atraer gente para que viniese a conocer la zona, no es una distancia muy larga y con el auge del enoturismo ahora, es el momento de hacerlo», apunta Juan Cruz Velasco, que estima que las obras para ponerlo en marcha podrían no durar más de año y medio. La inversión que se estima que puede suponer poner en marcha esta vía verde rondaría el millón de euros, aunque existen líneas de ayudas por parte de la Administración central, a través del Ministerio de Agricultura, a las que intentarían optar. De todas formas, aunque la idea esté muy avanzada, teniendo en cuenta las fechas electorales a las que nos encaminamos, el proyecto quedará aparcado hasta después de verano.