El vocalista de Siloé, Fito Robles, el batería de Julieta 21, Javi Abad, el guitarrista de Dixon, Juan Carlos Sanz, y Dj Terri. Todos ellos tienen algo en común más allá de su carrera musical: su vínculo con Aranda. Y todos tocarán ‘en casa’ del 7 al 11 de agosto. Los cuatro forman parte del cartel de Sonorama Ribera 2019. A esta lista de arandinos de nacimiento y de adopción, Fito está muy vinculado a la villa porque su mujer es de la capital ribereña, se une Black TV, un grupo cuyos miembros son de la provincia, todos menos el guitarrista y cantante, Fernando Guil, que aunque es de Huelva lleva viviendo en Burgos unos años, también por razones de pareja.

Los cinco artistas componen una plantilla de músicos que jugarán en casa durante el Sonorama. Ellos saben que como local un gol se celebra el doble pero uno en contra también penaliza como dos en caso de empate. Condicionantes añadidos que relata Fito Robles: «El ingeniero de sonido siempre nos lo comenta, después de los conciertos me dice, joder, Fito, cuando venimos a tocar a Aranda te veo más nervioso de lo normal en los primeros temas. Luego también está el marrón de que normalmente tienes a gente acogida por aquí, vienen amigos que se quedan en tu casa, te empiezan a escribir porque no sé quién quiere una entrada… Los bolos en casa siempre son más tediosos en ese aspecto, pero luego la verdad es que te sientes mucho más arropado que en ningún sitio. Y te bajas después del concierto y puedes estar con tus amigos, y eso no te ocurre ni en Murcia, ni en Las Palmas ni en Nueva York. Allí te bajas y no tienes a nadie, y aquí está tu gente y son un poco también conscientes de lo que estás haciendo. A veces, por mucho que tú le cuentes a un amigo que se dedica a otra cosa que estás girando por ahí, hasta que no tocas delante de su cara y lo puede ver parece que no lo entiende del todo».

El batería de Julieta 21, Javi Abad, también desvela cómo afronta un concierto en su ciudad: «Siempre juegas con lo que ha dicho Fito de esa pequeña presión de tener que dar el callo para tu gente. Esa presión, que hasta es bonita porque juega normalmente a tu favor, te hace sentirte arropado desde el principio y hasta que bajas del escenario, cuando puedes ir a tomar esa cervecita y decir, ya ha pasado, me lo he pasado genial, ha salido todo bien y encima estoy con mis amigos, que eso no te pasa en todos los sitios».

Juan Carlos, de Dixon, marca una diferencia entre tocar en Aranda un día cualquiera y hacerlo durante los días del Sonorama. «Con el grupo de versiones que también tenemos hemos tocado en La Colmena un par de veces, pero bueno, tocar ya en un festivalazo como es el Sonorama son palabras mayores. Luego además tocar en un escenario como el de la calle La Sal, que eso era el centro de bares, donde estaban todos, en los años 80 y 90... Y luego volver a ver a amigos que hace tiempo que no ves siempre hace muchísima ilusión». Por su parte, Dj Terri, que ya ha pinchado en varios sonoramas, confiesa que encara su presencia «con mucho respeto». «Los días antes preparo las sesiones. Me gusta que el público esté muy agradecido y es un momento importante pinchar en Sonorama», añade.

De una forma u otra, el Sonorama ha influido en la carrera musical de los cinco artistas locales. El que más cercanos tiene sus inicios, Javi Abad, recuerda que dio sus primeros pasos en Aranda, donde nació y donde reside. A los 15 años empezó a tocar la batería e inició «el típico proyecto de banda de instituto». A partir de ahí pasó por diferentes conjuntos hasta formar Huno, un proyecto arandino y más personal, y entrar este pasado invierno en Julieta 21. En todo ese camino el festival de su ciudad ha sido fundamental. «Sonorama me ha dado mucha cultura musical, conoces grupos de los que no tenías ni idea, te dan esa oportunidad de ver bandas emergentes que tienen mucha proyección… A mí personalmente sí que me ha influido Sonorama».

LA MOVIDA ARANDINA

Otro de los que también se iniciaron en las calles de Aranda fue Juan Carlos, de Dixon. Al igual que Javi, recuerda su primer grupo de instituto y destaca la cantidad de bandas que había en la villa en los años 80. «Había mucha gente que tocaba, con grupos como Urano, Los Trova…», rememora el que fuera miembro de Los Desaparecidos y teloneara a La Unión en las fiestas patronales. Juan Carlos imagina que todo ese pasado «influyó» en el posterior nacimiento del Sonorama. Aunque eso sí, atribuye el mérito a Javi Ajenjo y su equipo. «Son los que realmente montan todo el fiestón», celebra.

A Fito Robles, de Siloé, Sonorama también le ha influido pero de una forma diferente. «Para nosotros fue un paso clave la plaza del Trigo. Hacer una plaza del Trigo a las dos de la tarde hoy en día para cualquier banda, sea del estilo que sea, es algo clave. Muchas veces cuando acaban los conciertos, nosotros hacemos nuestro pequeño estudio de mercado y preguntamos al público cómo te ha conocido, y solamente hay dos motivos: uno es el Sonorama y otro es Santi Alcanda, de Radio 3, que también nos quiere muchísimo. Al final sí que es algo muy personal y se materializa en algo real, tocar no solo en la plaza, el recinto, donde sea... sino hacer Sonorama», explica el también compositor.

La asociación de Aranda con Sonorama y de Sonorama con Aranda es algo que traspasa fronteras. Cuando Fernando Guil, de Black TV, decidió mudarse a Burgos, muchos músicos de allí le comentaron: «Te veo tocando en el Sonorama». Y este año lo ha logrado. «Llevamos dos años intentándolo y ha costado trabajo, la verdad. Se nota que es un sitio donde es difícil tocar porque todo el mundo quiere hacerlo, para nosotros es un lanzamiento en esta zona y a nivel nacional bastante importante», admite el líder de Black TV.

DESDE FUERA DE ARANDA

La fuerza que tiene Sonorama a la hora de dar a conocer Aranda también la han comprobado los músicos locales. «Dentro del ambiente musical la primera palabra que sale de Aranda es Sonorama. Fuera del ambiente musical también mucha gente lo vincula», afirma Dj Terri. «Yo alucino. Muchas veces dices Aranda o te lo escucha cualquier músico y te dicen, ¿no es de allí el Sonorama? Y les digo, allí es, allí es. Eso es increíble, haber conseguido unir a una ciudad no solo con un evento, sino con una forma de vida que ocurre aquí. Es un festival en el que ves a los grupos fuera de su ambiente de concierto… Hay muchos grupos que están en el top 5 del line up del Sonorama que cogen sus vacaciones para venir, y eso no tiene precio», destaca Fito Robles.

Ese hecho de que Sonorama no es solo un festival sino que cambia una ciudad por completo también lo ejemplifican las palabras de Javi Abad: «Mi madre no es de festivales pero sí se acerca al centro a ver conciertos, y eso a mí me parece la hostia». En el caso de Juan Carlos es diferente, su madre prefiere irse de la villa esos días, aunque el miembro de Dixon defiende el evento: «Creo que la gente de Aranda se tiene que sentir importante por tener un festival que en España es referencia número uno. Creo que cualquier ciudad, incluso Madrid, estaría encantada de poder ofrecer un festival de las características que tiene Sonorama».