El puente de Veterinaria, el de las piscinas de San Amaro, lleva varias semanas deformado en una de sus partes como consecuencia de la colisión contra él de un coche que, por fortuna, no acabó en el Arlanzón.
Los bomberos procedieron a colocar unas vallas y una cinta para que los viandantes no se acerquen a la barandilla ya que existe el riesgo de caerse.
Otros puentes de la ciudad presentan problemas de oxidación y no están en buen estado.