Fernán Labajo

Plaza Mayor

Fernán Labajo


Qué difícil es ser pez grande

15/04/2022

Vuelvo a casa en coche y en la radio escucho al entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, decir que el club que entrena es el «más difícil del mundo» porque no vale con ganar, hay que hacerlo jugando bien. Tiene que hundirte vencer al Chelsea en unas semifinales de Champions con el 'iniestazo' y que la gesta pase desapercibida porque aquel día no se hizo buen fútbol y solo se tirase a puerta esa sola vez. 

Es más, tiene que ser dificilísimo estar en un equipo con las arcas completamente vacías pero, por arte de magia, fichar por decenas de millones de euros a cuatro o cinco futbolistas de primer nivel en el mercado de invierno. Porque todo el mundo sabe que lo más sencillo es que te pongan un tope de dinero a principio de temporada y que solo te dé para rellenar los huecos que han dejado los jugadores que se han marchado a otros conjuntos mejores, como le pasa a los compiten en Segunda División, por ejemplo. 

Qué razón tienes, Xavi. Es agotador ser un pez grande. Los pequeños tienen preocupaciones más livianas. Se conforman con sumar un año más en la élite, como le pasa al Burgos CF y al San Pablo. El primero lo va a conseguir pese a ser un recién ascendido que el pasado verano tuvo que hacer malabarismos para confeccionar una plantilla, saldar las deudas de la anterior temporada y cumplir con los requisitos que marca la Liga de Fútbol Profesional. Problemas sin importancia, Xavi. 

En el baloncesto las cosas están algo peor. Cuestión de mala suerte, supongo. El equipo juega cada partido a vida o muerte, con la amenaza del descenso en la cabeza. Pero vamos, nada comparado con lo complicado que es cuadrar las cuentas para ver si la temporada que viene da el dinero para fichar a Haaland, a su agente y a su padre.