Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


Los ojos de la gente

19/11/2020

Cantaba años atrás el malogrado compositor y cantante Germán Coppini, en su magnífico periodo en Golpes Bajos, aquello de que no mirásemos a los ojos de la gente porque son traidores y siempre mienten. Quién nos iba a decir en aquel tiempo que habría de venir un cataclismo sanitario para desmentirle. No sé si a ustedes les pasa, pero, desde que todos tenemos que llevar mascarilla, casi todo lo que nos decimos entre nosotros lo decimos con los ojos de la gente. Ya sea en el trabajo o entre amigos, e incluso en familia, gran parte de nuestra comunicación no verbal se ha visto reducida y oculta tras las benditas mascarillas.
Les reconozco que, al principio, intentar reconocer todo lo que los ojos de alguien decían a la par que sus palabras, me resultaba algo agotador. Algo así como cuando empiezas a ver cine en versión original subtitulada, pero al revés. Hasta que te das cuenta de que los subtítulos de esta son los ojos de quien te habla con el rostro enmascarado. Cuando voy por la calle, me descubro a mí mismo manteniendo sin iguales duelos de miradas tratando de discernir si la persona a la que miro es alguien a quien conozco, o no. Todos los que me conocen saben que soy tan miope como despistado, lo que puede provocar que, en ocasiones, mire a las personas con las que me cruzo de manera más que descarada. Pero, desde que se puso en marcha esta obligada mascarada, es aún peor. Y desde que ha llegado el otoño, con sus boinas, gorros, gorras, bufandas y pañoletas, ni les cuento.
La verdad es que los ojos de la gente igual tampoco mienten tanto. Si observas los ojos de la gente con la que te cruzas, de quienes te atienden en los comercios, o de tus compañeros de trabajo, de clase, tu familia, te dicen, como dijo aquel, ‘las verdades del barquero’. En algunos de esos ojos hay tristeza, hay vacío, hay miedo y, sobre todo, hastío. Aburrimiento mortal por no saber cuánto va a durar esto, cuándo acabará o en qué momento despertaremos por fin. Pero otros de esos ojos te iluminan con esperanza, ilusión, alegría pese a todo. Y curiosidad. Curiosidad por saber cómo llegaremos a la meta de esta carrera. Quién será el que encuentre el remedio final. Miren a la gente a los ojos, quizá les cuenten algo. O, quién sabe, quizá conozcan a alguien interesante…
@VladimirConV