Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


Feliz nueva Navidad

23/12/2020

Quién nos iba a decir cuando hace un año brindamos por la entrada del 2020 que nos tenía reservada una pesadilla digna de la mejor película de ciencia ficción, cuando más bien todos teníamos en mente la maravillosa década de los veinte del siglo pasado, feliz y evocadora como pocas. Algo así hubiera sido lo deseable pero aquí nos encontramos, toda la humanidad batallando contra un virus al que va a costar vencer que está dejando mucho dolor y consecuencias económicas y sociales que aún son difíciles de valorar en toda su dimensión.
Pocas veces hemos deseado tanto que suenen en el reloj las doce campanadas que darán paso al nuevo año que todos esperamos que se convierta en el de la recuperación y la vuelta a la normalidad, sea cual sea, porque mucho me temo que no será la misma que conocíamos. Esta pandemia se ha llevado muchas cosas por delante, ha radicalizado posturas, nos ha vuelto más individualistas, ha cambiado nuestra forma de relacionarnos e incluso de trabajar. Algunos dicen que el futuro, ese que imaginábamos al hablar del cambio de siglo, ya está aquí.
La pandemia además ha dejado bien a las claras, para quien lo haya querido ver, las cosas importantes que debemos preservar en el plano individual y también en el colectivo. La necesidad de luchar por asuntos como la sanidad pública o de exigir a nuestros gobiernos que redoblen esfuerzos para frenar el cambio climático al que muchos ponen en el centro de lo que está ocurriendo y que, si no tomamos cartas en el asunto, puede traernos disgustos aún mayores. 
De momento aquí estamos, intentando festejar esta Navidad atípica que nos ha tocado vivir con menos aglomeraciones por las calles, con menos compras compulsivas, menos regalos y menos comilonas pero ¿quién ha dicho que es algo negativo sacar al consumismo del centro de esta celebración? Sin duda, lo más doloroso es tener que estar alejados físicamente de nuestros seres queridos pero quizá todo esto nos sirva para recuperar un poco el verdadero espíritu de estas fiestas. Pásenlo lo mejor posible y que el nuevo año nos sonría a todos.