Roberto Peral

Habas Contadas

Roberto Peral


Sobre ruedas

28/12/2020

El periódico nos pone en autos de que los miembros del Instituto Municipal de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Burgos, órgano consagrado a la promoción del conocimiento y de las artes en nuestra muy noble y muy más leal ciudad, fueron llamados a rebato hace un par de semanas, convocados a consejo extraordinario y urgente. No es que se propusiese esbozar estrategias audaces para el incierto año que se avecina, ni tampoco se trataba de brindar alternativas imaginativas a los niños burgaleses en la noche de Reyes, ni mucho menos de aliviar a la plantilla con nuevas contrataciones o de trazar esas líneas de ayuda a los creadores locales prometidas hace muchas lunas: ocurría que había que comprar una furgoneta, y eso, amigos, son ya palabras de mucho calibre.
Una horita cumplida dedicaron los concejales reunidos en tan alta ocasión a decidir qué vehículo rendiría mejores y más económicos servicios al vecindario, y uno quiere pensar que el tiempo se les iría en decidir si se debía optar entre el acabado más básico o acaso añadir algunos complementos no incluidos de serie, o en decidir si el vehículo en cuestión debería propulsarse por tracción delantera o trasera. Quienes concedan un crédito más amplio al conocimiento que de la industria automovilística atesoran nuestros ediles quizá imaginen que también se trataron allí eruditas cuestiones sobre ergonomía, visibilidad, distancia entre ejes y capacidad de carga. 
El hecho es que por la furgoneta que al fin se consideró más idónea se aflojarán 27.000 euros, a los que hay que sumar los 1.700 que nos costaron tales deliberaciones a todos los que pagamos contribución en esta ciudad. Los atorrantes de costumbre opinarán que, habida cuenta de las dietas que hubo que desembolsar a los circunstantes, la reunión podría haber servido además para resolver otros asuntillos que afectan a la gestión cultural de nuestro suelo bendito, más que nada para aprovechar el viaje y ahorrarnos unos dinerillos de nada. Pero el caso es que ya tenemos furgoneta nueva, así que bien podemos presumir, sin faltar a la verdad, de que el IMC marcha sobre ruedas.