Juan Francisco Lorenzo

Pensar con los ojos

Juan Francisco Lorenzo


Ciencia y creencia

04/10/2021

A estas alturas de la pandemia y con la experiencia adquirida, cabría esperar que los movimientos antivacunas hicieran un proceso de reflexión y se replantearan su actitud, viendo como ha cambiado el panorama desde que se implementaron las vacunas. Pero no lo harán. Y no lo harán, porque aunque la ciencia avance buscando la mejor evidencia científica en cada momento, la humanidad retrocede cuando las creencias se imponen a las evidencias, y esto no es nuevo, forma parte de la historia de nuestra especie.
La mejora de las condiciones higiénicas, la cirugía menor, la aparición de los antibióticos y el uso de vacunas, son los cuatro grandes hitos de la ciencia que más han contribuido a la mejoría global de la salud de la humanidad, y esto no es una opinión sino algo constatable, algo que queda lejos de cualquier creencia. El conocimiento lo genera la ciencia, y la humanidad avanza cuando aplica ese conocimiento y acumula experiencia.
Las vacunas son un hecho científico incontestable, pero la especie humana tiene la mala costumbre de no someterse a los hechos pretendiendo que los hechos justifiquen sus hipótesis y, si no lo hacen, niegan los hechos. Esto no es sensato, pero nunca estuvo garantizado que fuéramos a serlo. 
Muchos justifican su resistencia a las vacunas argumentando que nadie sabe qué efectos tendrán dentro de 5 años, y llevando ese argumento a sus últimas consecuencias ningún medicamento podría comenzar a utilizarse sin saber sus efectos a largo plazo, y tampoco sabemos qué se podrá pronosticar con certeza de nuestro futuro a 5 años; o si se sabe: nada.
Las vacunas han salvado millones de vidas, no han tenido efectos secundarios a largo plazo, no ha habido que retirarlas por problemas en ningún caso, han hecho desaparecer enfermedades y, a día de hoy, constituyen una de las estrategias en el tratamiento de distintos tipos de cáncer. 
Estimular el sistema inmunológico que es como actúan las vacunas, la llamada inmunoterapia, es el presente y el futuro de muchas terapias, ha sido el paso siguiente a la quimioterapia y la radioterapia en la terapia oncológica, y seguirá siendo uno de los caminos más relevantes por el que progresará la salud de nuestra especie.