Vladimir V. Laredo

Petisoperías

Vladimir V. Laredo


Volvamos, San Pablo

18/05/2022

La última vez que me asomé a esta nuestra columna, acabé con un Vamos, San Pablo, que como broma ya ha bastado. Creía que al final sería así. Es triste ver que un equipo que durante cuatro temporadas ha estado en su lugar y más allá de su propia expectativa, conquistando tres importantes títulos europeos, tenga un año tonto y todo se desbarate. Habrá quien achaque estas cosas a la mala suerte, que también, pero no olvidemos el oficio. Todos recordamos equipos que se han pasado lustros, incluso décadas, coqueteando con los descensos, con las desapariciones, con toda suerte de desgracias, pero han hecho de ello su santo y seña y ahí siguen. También es cierto que otros más grandes han caído en otras ocasiones y ni siquiera para ellos ha sido fácil levantarse.

No voy a hacer de comentarista deportivo porque sin duda hay muchos mejores que yo para ello, pero, vista la temporada con perspectiva, si bien el descenso es doloroso, no creo que sea sorprendente ni que haya sido injusto. Ha habido destellos, chispazos de calidad y de ilusión, pero la sensación general ha sido la de que se ha querido casi siempre, pero por razones que se me escapan, casi nunca se ha podido. Como a toro pasado todo se podría haber solucionado, no voy a abundar en el carrusel de entrenadores, de jugadores y de decisiones técnicas que en esta temporada se han vivido. No voy a analizar el momento bochornoso de obligar a una plantilla a pedir perdón a su afición hincando la rodilla en tierra, porque juramentaciones similares ya acabaron como acabaron en el pasado. Ahora esto hay que dejarlo atrás. Hay que irse, sí, pero hay que centrarse en volver. En volver cuanto antes.

Ahora hay que hacer borrón y cuenta nueva. Confeccionar una nueva plantilla, contratar un nuevo cuerpo técnico, apuntar hacia nuevos objetivos y, sobre todo, conjurarse de nuevo con la fiel afición al baloncesto burgalés, esa que se ha paseado por todos los campos con orgullo y pasión, esa resistente afición burgalesa que ha vivido de todo en tiempos mejores y peores, que ha tenido que tragarse toda clase de sinsabores, pero que siempre, siempre está cuando hace falta. Por vuestra ciudad. Por vuestra afición. Volvamos, San Pablo.
@VladimirConV