Sal de tu casa, respira y siente el frío, vete de compras, de cañas, sonríe y vive todo aquello que se empeñan en quitarte. Desde hace meses no hay anuncio o mensaje que no acabe con la frase imperativa de ‘quédate en casa’. Con tanta comedura de coco, yo ya no me creo casi nada de lo que me dicen. No soy negacionista porque he conocido al bicho de cerca, pero sigo pensando que la culpa no es de los ciudadanos y que basta ya de tomarnos el pelo. Tras mil cambios de opinión, finalmente nos han obligado a taparnos la boca, a limpiarnos las manos sin parar, a dar respingos para no estar cerca de nadie; nos han puesto hora de llegada a casa y han conseguido volvernos a todos unos refunfuñones. Tal vez por eso, ahora mismo salir a la calle me parece las opción más segura y atractiva, sin olvidar que hoy por hoy es nuestra única posibilidad de recuperar, aunque sea solo por unos instantes, un poquito de nuestra perdida libertad.
También he observado, que como les pasa a las personas maltratadas, empezamos a no recordar cómo eran nuestras vidas antes, y peor aún, empezamos a creer que actitudes y acciones que nos han impuesto, como el no salir, el no relacionarnos, el no consumir en la calle, el trabajar en casa, el volvernos perezosos, el dejarnos llevar y hacer siempre lo que nos dicen… son comportamientos normales, incluso aconsejables, que empiezan a formar parte de una nueva zona de confort que pretenden imponernos, y que en breve convertiremos en hábitos, que ya no querremos abandonar. Por eso creo que es el momento de recordar lo importante que es unirse a aquellas entidades, creadas para defender los derechos de los distintos sectores de la sociedad. Sí, hablo de las asociaciones, esas organizaciones que tanto temen nuestros dirigentes, porque saben que su unidad es la fuerza que puede hacer caer cualquier injusticia y devolvernos nuestras vidas.
Y aquí es donde quiero dar un toque de atención a todos aquellos que llevan años en un sector o quizás acaban de empezar, pero no se han unido todavía a su asociación o colegio profesional. Despertad, porque hoy y ahora es el momento de sumar, no son tiempos para quedarse en casa.