Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


Augurios (pero buenos)

03/10/2022

Incertidumbre, zozobra, inquietud y otros términos igualmente desasosegantes rebotan en las cabezas de esquina a esquina del mundo. Guerra, gas, inflación, energía, invierno y asuntos parecidos hacen temblar solo con escuchar la primera sílaba de la palabra que los nombran. Mal, mal, todo mal. Así estamos, masticando el presente con los dientes apretados y, sobre todo, mirando al futuro sin conseguir verlo detrás del velo oscuro que lo cubre todo. Y esto último es lo más preocupante porque el ser humano se alimenta de esperanza, de la creencia en un porvenir más prospero que ahora no se adivina. O puede que no se vislumbre porque tanto pesar nos impide tomar distancia y ver las señales positivas, que tiene que haberlas.

Y las hay, están en la naturaleza, como siempre, solo hace falta calzarse las botas, estar atentos y echarle fe o imaginación: yo tengo una señal, quiero decir que la he visto. Resulta que este año en mi pueblo, y en la mayoría de los de esta provincia, ¡los nogales tienen nueces! Le puede parecer una idiotez, pero es la primera vez que esto sucede en ¡8 años!, según me contó una señora antes de recordarme que el nogal (petadísimo) bajo el que nos refugiábamos de la lluvia era suyo. Otras fuentes con las que he consultado subrayan todavía más la trascendencia del hecho: mi padre afirma que ha visto los nogales con fruto en el pueblo de mi madre, al que acude hace 50 años, dos veces (tres con esta). Son las mismas que yo he visto a la Selección Española de fútbol ganar algo. 

Es imposible que no signifique nada. Un druida, chamán o similar nos podría sacar de dudas, explicarnos que en los contados años que  los esquivos nogales regalan su fruto los vientos amainan, la suerte florece y el sol surge poderoso del horizonte; que un otoño de nueces es un augurio venturoso para el año que pronto empezará. Pero como no quedan druidas solo nos resta querer creer que esto significa algo, que es un rayo de luz en estos tiempos sin certezas. Puede parecer una estupidez, pero ¿acaso tiene usted algo mejor? Además, en el peor de los casos, vamos a ponernos hasta arriba de nueces propias, después de ¡8 años! Si le parece poco augurio.

Salud y alegría.