Color, esfuerzo y tradición para llenar Miranda

A.B.
-

Tras meses de trabajo, los participantes del desfile de carrozas circulan esta noche por las calles de la ciudad del Ebro con sus grandes y alegres esculturas

Trotamundos ha contado con la participación de más de 10 personas. - Foto: A.B.

Las Fiestas Patronales quedarían huérfanas sin el desfile-concurso de carrozas. Por eso, los grupos Trotamundos, Arco Iris y Más que Matillas se pusieron manos a la obra para llenar de luz y color la ciudad esta noche, a las 21:00 horas. Las faraónicas esculturas de papel maché representan un elemento clave de la tradición mirandesa, puesto que ya suman más de 60 encuentros. Eso sí, a fin de conseguir las atractivas construcciones es indispensable depositar mucho esfuerzo.

Por ejemplo, José Ángel López, de Trotamundos, comenta que «el grupo lo componemos 5 o 6 personas, pero este año la gente tenía ganas e igual nos hemos juntado 15 o 20». Según recuerda, «empezamos en mayo con ello, pero aún así estamos apretados porque quisimos hacer dos». De forma semejante, Marcos Barrasa relata que en Arco Iris comenzaron a pensar su propuesta «un poco antes de San Juan» y «entre 5 o 6 personas hemos ido poco a poco, repartiéndonos para hacer cada uno una cosa».

El resultado de tanto trabajo voluntario se verá hoy. Entre otras cosas, el público contemplará estructuras que destacan no solo por su belleza, también por su tamaño y mensaje. La obra de Arco Iris, diseñada por Diego García Campo, «es una carroza un poco dedicada al amor, a los altibajos que tiene», analiza Barrasa. Conforme a su descripción, «cuenta con 16 metros de largo, 5 de alto y 4 de ancho, y tiene 40.000 vatios de potencia».

Por su parte, las creaciones de Trotamundos resultan muy diferentes entre sí. La joya de su particular corona es «una figura de 10 metros, pero que se sujeta sobre dos puntos de 40 centímetros cuadrados». Esta carroza, titulada A Vista de Pájaro, tiene un alma reivindicativa, puesto que se trata de «una representación de todo lo que nos ha pasado, para echar la vista atrás y aprender de ello».

Un discurso aún más marcado posee su segunda carroza. En ella se observa un entorno natural iluminado con luces LED y tristemente ensuciado por el ser humano. Según López, «es una crítica a la basura que dejamos, para ver si espabilamos un poco y somos todos un poco más limpio, representa todo lo que encontramos en el campo».

Según se veía en sus naves mientras trabajaban y como se comprobará hoy, el resultado de tanto esfuerzo ha sido magnífico. Precisamente, con ello se ha cumplido el objetivo de todas las agrupaciones, dado que, como dice Barrasa, «hacemos las carrozas para disfrutar de ellas, para que la gente las vea y también las disfrute». Por tanto, el concurso, aunque sea importante, queda en un segundo plano.