«Hay que recuperar a los 2.500 que llenaban El Plantío»

ÁLVAR ORTEGA
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ENTREVISTA | Miguel Ángel Benavente apostó por el resurgir de un UBU Tizona que alcanzó la LEB Oro hace 2 años tras empezar en la Primera Nacional. El proyecto no pudo mantenerse y este año espera conseguir el ascenso que se escapó el año pasado

Miguel Ángel Benavente, presidente del UBU Tizona. - Foto: Luis López Araico

Miguel Ángel Benavente, presidente del UBU Tizona, siente que su club  no está en el lugar que le pertenece. Después de tres ascensos logrados en apenas cinco temporadas, la bajada de categoría a la LEB Plata en 2021 y la imposibilidad hacer el camino de vuelta el curso pasado enfriaron el proyecto. Entonces,  la apuesta de Benavente ha aumentado. Con una de las plantillas más potentes de la categoría, el Tizona solo concibe alcanzar la segunda máxima división nacional para recuperar una pequeña parte de la gloria de antaño.

La ilusión está disparada antes de comenzar la competición. Después de arrasar en pretemporada no habrá sitio para otro sentiemiento.
El equipo, desde el minuto uno, ha demostrado raza e intensidad. Además jugamos muy rápido, tanto en defensa como ataque. Para ser pretemporada hemos demostrado mucho nivel de compenetración. Eso tiene ya su mérito. Además, los fichajes que se hicieron para complementar el equipo están demostrado su nivel. Es una plantilla muy compensada, con dos jugadores en cada línea y con la juventud predominando.

¿Es la del UBU Tizona la plantilla más potente de toda la LEB Plata?
En el otro grupo hay equipos muy potentes también. Se han gastado mucho dinero para contar con grandes jugadores, pero es cierto que si comparas plantilla con plantilla, la nuestra es de las que tiene que estar arriba. Aunque, como siempre en el deporte, puedes tener un mal día. Nunca hay que confiarse, pero si mantenemos el nivel de concentración que hemos demostrado en pretemporada hemos de estar ahí para ser uno de los aspirantes a estar en cabeza. Debemos dar muchos momentos de alegría a nuestros aficionados.

¿Solo vale el ascenso?
Debemos de aspirar al ascenso. Nuestra aspiración de partida es esa. Si se puede hacer por la vía rápida, perfecto; si hay que hacerlo por la vía del play off, será más largo. En la situación óptima en la que estamos ahora, está claro que tenemos que dar el salto de categoría.

El año pasado no superaron el play off después de un mal final de liga regular.
Lo que sucede es que en todas las temporadas tienes un valle. A nosotros nos ocurrió justo al final de la temporada pasada. Perdimos varios partidos que podríamos haber ganado y nos alejamos del primer puesto. Llegamos al play off y no era nuestro mejor momento. El posible ascenso depende mucho también de los cruces.

¿La opción de adquirir una plaza en la LEB Oro del equipo que ascendiera, hasta qué punto fue real? 
Era apetecible. Siempre se dice que los equipos tienen dificultades para ese ascenso pero luego la realidad es que las superan. Se dijo que Albacete (el equipo que ascendió) iba a tener dificultades para conseguir los apoyos necesarios, pero los consiguió.

Además de Valencia, ¿hablaron con el Albacete Basket?
No. El tema del Valencia surgió por lo que surgió, en las conversaciones de la eliminatoria. Para ellos era un salto muy grande para el desarrollo que querían de su cantera. No les favorecía ni les aportaba nada. Ante esa opción, escuchamos. Pero al no darse esa posibilidad tras caer en la final, nosotros no íbamos a meternos con terceros equipos como el Albacete. Otro cosa hubiera sido que no completasen la inscripción, hubiéramos podido optar a esa plaza libre.

Diego Ocampo solo tuvo unos días para afrontar el play off tras la destitución de Francis Tomé, ¿espera una temporada con menos sobresaltos?
Nosotros siempre nos hemos destacado por tener una estructura que tiene su base en el entrenador. De hecho, Andreu Casadevall estuvo diez años, si no fueron más. Siempre hemos apostado por buscar una estabilidad alrededor del entrenador. La idea con Ocampo es esa. Estos años atrás no dábamos con ese técnico que nos diera esa continuidad, por eso hubo que tomar esa decisión con Francis Tomé. En los últimos partidos de la fase regular se decidió que estábamos entrando un poco en barrena y lo que se hizo fue fichar a Ocampo como revulsivo.

Pero la llegada de Ocampo no tuvo el efecto deseado.
Si hubiéramos ido al play off con la dinámica que arrastrábamos íbamos a tener pocas posibilidades, de hecho, Valencia nos eliminó con un triple sobre la bocina. Si no llega a entrar, igual ahora estábamos de otra manera. Con lo cual, ese revulsivo de alguna manera sí que produjo efecto, aunque el balón es muy caprichoso. Tampoco quiero menospreciar a Francis, que hizo una labor enorme... pero muchas veces el deporte es desagradecido.

La meta a corto plazo está  más que clara pero, ¿dónde ve el proyecto en unos años, en el largo plazo?
Si el año que viene podemos competir en LEB Oro está claro que hay que estabilizar el equipo. No podemos ser un meteorito. Las velocidades a veces tampoco son buenas. Además no hay que olvidar que tenemos vías que nos podrían permitir jugar en la ACB. Igual algún día sale una resolución judicial que nos lo permite. Siempre podemos tener esa esperanaza al margen de la situación deportiva actual, aunque aquella es una conscuencia de lo deportivo de aquel momento.

¿De cuántas resoluciones están pendientes?
De dos. Está la de la plaza en la ACB. Entendemos que en el último ascenso cumplimos con los requisitos exigidos. Esa reclamación está en el Supremo. La otra, la de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, fue recurrida por la ACB y está a la espera de ser resuelta. Ahí no te estás jugando la plaza, tiene que ver con los años que han pasado desde entonces y los daños y perjuicios ocasionados por aquella decisión.

¿Van para largo?
Sí, entiendo que va para largo. Estas cosas de justicia van a su ritmo. Ahí tenemos el ejemplo de Obradoiro, que fue readmitido en la ACB17 años después. Pero eso está al margen del presente aunque tenga sus connotaciones a nivel deportivo.

En verano hubo novedades al entrar en la estructura del Burgos CF e introducir el abono plus en la campaña de abonados, ¿cómo ha respondido la afición?
Hubo una muy buena acogida para la campaña de abonados. Son más de 400 personas las que apostaron por el abono plus además de la masa social habitual. Contamos con todos ellos, pero hay que recuperar a los 2.500 que llenaban El Plantío, así que todavía queda trabajo por delante. Esperamos recuperar a los buenos aficionados del baloncesto, que podrían compaginar ambos equipos de la ciudad. Al fin y al cabo, a los amantes del baloncesto lo que les puede es la afición al deporte y este año vamos a ver a un equipo alegre, dinámico, muy rápido y con marcadores muy altos.